Andrés Oppenheimer

Una nueva encuesta nacional de votantes hispanos muestra que el presidente estadounidense Joe Biden le está ganando al expresidente Donald Trump por un 58% contra un 31% de intención de voto.

Sin embargo, este resultado no es una buena noticia para Biden, ni para su partido.

La encuesta, realizada por Univisión, muestra que Biden ha caído ocho puntos porcentuales entre los votantes hispanos desde que la cadena realizó una encuesta similar hace tres años. En setiembre del 2020, Biden aventajaba a Trump por 66% contra el 31% del voto, con el resto de los votantes indecisos.

La nueva encuesta dice ser la más grande realizada entre los hispanos en el actual ciclo electoral, y abarcó a 1.400 votantes hispanos, incluidos 625 que se identificaron como republicanos.

A primera vista, me cuesta entender cómo el 31% de los hispanos en Estados Unidos puede votar por Trump, el ídolo de los sectores más racistas y antiinmigrantes de Estados Unidos.

Trump inició su campaña presidencial del 2016 diciendo que la mayoría de los inmigrantes mexicanos son criminales y violadores y tan recientemente como la semana antepasada anunció que de ganar las elecciones llevará a cabo “la operación de deportación nacional más grande de la historia de Estados Unidos”.

Aunque es cierto que Estados Unidos tiene un problema con los migrantes indocumentados, Trump hizo muy poco por solucionarlo cuando fue presidente, y todavía no propone ninguna solución viable.

Trump se ha negado sistemáticamente a apoyar una reforma migratoria integral apoyada por demócratas y republicanos moderados que simultáneamente tomaría medidas más drásticas para asegurar la frontera y brindaría un camino hacia la ciudadanía para millones de indocumentados que han pagado impuestos por muchos años.

Es como si Trump prefiriera mantener vivo el problema de la inmigración para no perder un tema clave de su campaña electoral.

Pero, incluso si dejamos de lado el tema de la inmigración, la agenda política de Trump va directamente en contra de la opinión de la mayoría de los hispanos, incluidos aquellos que se identifican como republicanos.

En temas como la acción afirmativa, el aborto, el cambio climático, las restricciones al uso de fusiles semiautomáticos para evitar nuevos tiroteos masivos o las prohibiciones de libros escolares que enseñan la historia de los abusos contra afroamericanos y latinos, Trump tiene posturas diametralmente opuestas a las de la mayoría de los hispanos.

Tomemos como ejemplo el tema de las armas. Es el segundo tema de mayor importancia para los hispanos, después del costo de la vida, según la encuesta de Univisión.

Trump se enorgullece de ser un firme defensor del “derecho a portar armas” y se opone a proyectos de ley para restringir el uso de armas de asalto semiautomáticas, como se hizo entre 1994 y el 2004.

En comparación, el 72% de los votantes hispanos apoyaría una ley federal de prohibición de armas de asalto semiautomáticas, entre ellos el 47% de los republicanos hispanos, según la encuesta de Univisión.

Aún más enigmático es por qué muchos venezolanos, cubanos y nicaragüenses en Estados Unidos, que huyeron de dictaduras brutales, apoyan a un aspirante a autócrata populista como Trump.

Además de abrazar a los dictadores de Rusia y Corea del Norte, Trump intentó dar un golpe de Estado en su propio país tras perder las elecciones del 2020.

Todo esto plantea la pregunta de por qué, a pesar de la agenda antihispana de Trump, el 31% de los hispanos todavía apoya al expresidente.

La respuesta es que la preocupación principal de los votantes hispanos es la inflación. El 51% de los hispanos dice que el costo de vida es el tema más importante, según la encuesta de Univisión. Y muchos de ellos creen que Trump, por venir del mundo empresarial, es quien mejor puede resolverlo.

De manera que mi predicción para las elecciones del 2024, si terminan siendo una contienda entre Biden y Trump, es la siguiente: si la inflación se mantiene bajo control, Biden ganará un segundo mandato, porque todos los demás temas (la acción afirmativa, el aborto, las medidas contra las armas de guerra, etc.) pasarán a primer plano entre los hispanos y entre la mayoría de la población.

En cambio, si la inflación sube y se convierte en el tema principal, los otros temas pasan a segundo plano, y Trump gana.

Así de fácil.

© El Nuevo Herald. Distribuido por Tribune Content Agency, LLC


Andrés Oppenheimer es periodista

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