Hoy se celebra el Día del Campesino en el Perú y la fecha es muy oportuna para resaltar la importancia que tiene en nuestra economía la agricultura, actividad ancestral que da ocupación al 25% de la población económicamente activa del país. Es decir, uno de cada cuatro peruanos trabajadores se dedica a la producción agrícola o ganadera.
En coordinación con todos los sectores, el Gobierno trabaja para forjar una agricultura moderna e inclusiva, que permita satisfacer las necesidades de alimentación y exportar productos agrarios a mercados internacionales, mejorando las condiciones de vida de nuestros agricultores.
Realizamos diversos esfuerzos para hacer más competitiva la agricultura y esta tarea, de largo aliento y que enfrenta diversos retos, ha logrado importantes avances. No obstante, todavía uno de cada dos campesinos vive en condiciones de pobreza.
El Perú es un país de agricultura eminentemente familiar, con disponibilidad limitada a tierras y capital. Según el IV Censo Nacional Agropecuario 2012, en nuestro país existen poco más de 1,8 millones de unidades agropecuarias con menos de 5 hectáreas de producción. El 68% de estas unidades se ubica en la sierra y produce el 80% de los alimentos para el país.
Sin duda, para que las zonas rurales alcancen el desarrollo pleno es indispensable que se implementen adecuadas estrategias que incrementen la productividad agrícola. Por ello, la estrategia del Gobierno, que ejecuta el Ministerio de Agricultura y Riego, a favor de los más de 2 millones de peruanos que viven del campo, prioriza la asociatividad en el agro. En ese sentido, se brinda asistencia a los campesinos para que consigan cosechas exitosas, identificando nuevos productos que permitan obtener mejores resultados en sus tierras de cultivo. Esperamos que hacia el año 2016 se hayan asociado 500 mil productores y se cuente con 500 organizaciones de productores con herramientas de gerencia rural.
También ejecutamos un plan de innovación agraria a fin de darle valor agregado a más de mil iniciativas de mejora productiva hacia el 2016. Asimismo, duplicaremos el financiamiento formal al agro de S/.3.800 a S/.7.600 millones anuales, para capitalizar y modernizar la actividad agrícola.
Cerrar la brecha de inversión en infraestructura de riego es prioritario, especialmente en la sierra, en donde poco más del 30% de la superficie que cuenta con potencial agrícola cuenta con riego. Por ello, desde el año pasado se dispuso de 1.000 millones de soles para financiar el programa Mi Riego y este año se han incrementado recursos por S/.200 millones más. Además, el Congreso de la República aprobó una norma que permite a las empresas privadas participar en el financiamiento de proyectos de Mi Riego bajo el mecanismo de obras por impuestos, lo cual hará sostenible este programa a lo largo del tiempo.
También se despliegan diversos esfuerzos para incrementar la disponibilidad de alimentos en 5% anual, a fin de apuntalar la seguridad alimentaria nacional. Estamos convencidos de que con una agricultura más competitiva la pobreza rural se puede reducir de 54% a 35% hacia el 2016.
La estrategia nacional para desarrollar el agro que impulsamos permitirá que cada año esta actividad registre mejores resultados, llegando incluso a tasas de crecimiento de 5% en el PBI sectorial, lo cual es un avance notable.