Somos lo que fuimos, por Renato Cisneros
Somos lo que fuimos, por Renato Cisneros
Renato Cisneros

En 1986 tenía 10 años e invertía una obscena cantidad de horas viendo TV y hojeando periódicos. Quizá por eso recuerdo claramente eventos que agitaron el calendario nacional.

Por ejemplo, San Agustín salió campeón. No solo ganó el torneo metropolitano por única vez, sino que hizo conocidos a futbolistas que con los años adquirirían relevancia –‘Chemo’ del Solar, Roberto Martínez– y a otros menos exitosos pero a su modo entrañables, como el ‘Burrito’ Ziani o el ‘Inca’ Yupanqui.

En 1986 se produjo la matanza de los penales. Más de 300 internos, amotinados en El Frontón, San Juan y Santa Bárbara, fueron reducidos por fuerzas militares y policiales. El hecho –calificado por organismos internacionales como “el asesinato masivo más grande durante la lucha antisubversiva en la década de los 80”– tuvo autores intelectuales que jamás asumieron su responsabilidad.

En 1986, Sendero Luminoso, en una ‘acción de limpieza social’, mató a 10 personas, entre homosexuales y prostitutas, en Aucayacu. Poco después, en Cusco, acabó con la vida de ocho personas que iban en tren a Machu Picchu.

En 1986, el psicólogo Mario Poggi estranguló a su paciente Ángel Díaz Balbín, el presunto ‘Descuartizador de Lima’. Si prendías la tele, encontrabas programas como Los Gusanosaurios, Triki Trak, Trampolín a la Fama, el magacín político Cámara Acción, o las novelas Bajo Tu Piel y la segunda parte de la célebre Carmín. Un nuevo canal empezó a transmitir: el 11, RBC.

En los quioscos se agotaban las Tele-Guía y Tele-Color, donde se repetían los nombres de Orlando Sacha, Mirna Bracamonte o Noemí del Castillo, y se destacaba a jóvenes vedettes como Giovanna Vélez y Clarita Castaña, que hacían sus pinitos en el café-teatro Palace Atenea, donde la reina madre era Teddy Guzmán.

En la radio –entre los hits de Bangles, Soda Stereo, Virus, Hombres G o Madonna–, se oían los temas de Puedes Ser Tú, inolvidable álbum que Miki González acababa de lanzar. Otra banda, Río, gozaba del favor de ciertos oyentes, que por esos días cantaban hasta el hartazgo Cosa de locos, estuvieran o no en la universidad.

El portorriqueño Héctor Lavoe se presentó por primera vez en el Perú. Cantó en la Feria  del Hogar seis días consecutivos ante más de 100 mil personas. También vinieron Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Mercedes Sosa, León Gieco y Víctor Heredia. No para la Feria sino para la SICLA, la Semana de la Integración Cultural Latinoamericana. Tocaron en el Teatro Municipal, en Acho, la UNI, el parque Túpac Amaru y en un estadio de Villa El Salvador (en medio de un apagón). La recaudación serviría para ayudar a los damnificados del terremoto que ese año remeció al Cusco.

En 1986 vimos a través de Panamericana el mejor mundial de fútbol, el de México. Narraban Humberto Martínez Morosini y Miguel Portanova; los comentarios corrían por cuenta de El Veco y Didí, mientras en los apuntes figuraba Javier Iglesias, quien solía despedirse diciendo: “Hasta mañana y, como siempre, ¡a triunfar!”.

El mundial de vóley, en Checoslovaquia, donde la selección de Man Bok Park ganó el bronce, lo vimos en América. Lucho Izusqui relató esos partidos.

En 1986 comenzaron a circular los billetes de mil intis. Y aunque no masificados, podías ver en ciertas casas los primeros teléfonos inalámbricos. Mario Vargas Llosa obtuvo el Príncipe de Asturias de las Letras. En las elecciones municipales, Jorge del Castillo venció a Alfonso Barrantes, ‘Frejolito’, y al ‘Tucán’, Luis Bedoya Reyes.

En medio de aquel agitado contexto, en un país golpeado pero entusiasta, con pavor aunque con fe, apareció una estupenda revista que aprendimos a devorar cada sábado. El tiempo voló, pero el hábito continúa. Salud por eso, Somos.

Esta columna fue publicada el 25 de junio del 2016, en la edición por los 30 años de la revista Somos.