La Comisión de Constitución del Congreso recibió ayer a los representantes de la Comisión de Venecia que arribaron a nuestro país convocados para dar una opinión sobre el adelanto de elecciones planteado por el presidente.
Como hemos dicho antes, la propuesta del mandatario por sí sola adolece de varias fisuras que ameritan ser inspeccionadas minuciosamente. Contrario a esto, empero, algunos integrantes del referido grupo aprovecharon la sesión más bien para expiar su inquina contra la prensa y para presentarse ante los enviados como mártires de una supuesta persecución que incluiría a una retahíla de instituciones.
El congresista Mauricio Mulder, por ejemplo, destacó que desde la asunción de Vizcarra se hayan difundido conversaciones entre funcionarios públicos (como el caso de los CNM audios) para plantear la analogía falaz de que el Ejecutivo estaría ‘chuponeando’ a la oposición entera. “Tiene ahí un catálogo de conversaciones telefónicas antiguas […] ¿quién puede tener esa enorme capacidad?”, se preguntó, para luego responder: “El Gobierno […] porque nunca ha salido un audio de un gobiernista”.
Su teoría, sin embargo, es fácilmente desmontable. Basta con recordar que uno de los ministros de Vizcarra –Salvador Heresi– tuvo que dimitir al cargo apenas se hicieron públicas sus conversaciones con el exmagistrado César Hinostroza. Y que estos audios han sido claves para identificar a altos funcionarios de la judicatura que pervirtieron sus cargos para impulsar intereses particulares. Funcionarios que, en más de un caso, todavía sobreviven en sus puestos por el blindaje que les facilitan justamente los colegas del señor Mulder.
Así también, el parlamentario acusó que existiría cierta connivencia entre una “concentración de la prensa” y el Gobierno, sostenida en la publicidad estatal. Ciertamente, no es la primera vez que el congresista ha recurrido a ese tópico –llegó a impulsar una ley que luego fue anulada por el Tribunal Constitucional–. El problema, como es evidente, es que no hace falta ir muy lejos para ver que la prensa también ha sido crítica con el mandatario, cuando la situación así lo ha demandado.
Una lástima que, habiendo esperado tanto para la sesión de ayer, ciertos legisladores la hayan gastado en expiar teorías que solo habitan en sus imaginarios.