Ayer el comisario del valle de Carabayllo envió presos a la intendencia a Daniel Antuniano, de nacionalidad argentina, y Rafael Montoya, peruano, sorprendidos en las haciendas realizando propaganda anarquista entre los obreros. Ambos pretendían formar una gran sociedad obrera anarquista cuyos principios eran protestar contra la intervención de la autoridad en los conflictos obreros, incitar a huelgas y provocar desmanes. Cada asociado debería pagar una cuota semanal de cinco centavos. Parece que en Lima la sociedad anarquista ya está organizada y en acción.