Ayer murió en San Petersburgo uno de los hombres que acumuló más gloria y luego desgracia: el general Anatolio Stessel, defensor de Port Arthur durante la guerra ruso-japonesa. Tenía una brillante carrera y al estallar dicha guerra fue nombrado comandante general del fuerte de Port Arthur, sitiado tenazmente por los japoneses. Luego de heroica resistencia de 210 días, Port Arthur se rindió el 2 de enero de 1905. Stessel regresó como héroe. Una posterior investigación demostró que había cometido errores. Así, cayó en la ruina y el olvido.