Ayer falleció el periodista Andrés A. Aramburú. Su vida pública, en el periodismo y la política, se inició en los años setenta del siglo pasado. Su trayectoria fue dilatada, honrosa y brillante. Fundó “La Opinión Nacional”. Allí Aramburú, gran admirador del periodismo francés, volcó todo su ardor, fogosidad y vehemencia con un estilo cortado, armonioso y artístico. Sus editoriales eran impecables e impactantes. Su espíritu era cariñoso y afable, y tenía un gran círculo de amigos. Hablaba como escribía, con ardor y elocuencia, con verbosidad y entusiasmo. Paz en su tumba.