El uso de la cocaína se extiende en nuestra capital. Son numerosas las personas que usan ese alcaloide. El Comercio interrogó a un joven víctima del vicio y dijo que lo adquirió por el deseo de sentir “sensaciones nuevas”. El desdichado continuó: “Al principio absorbí cocaína por ‘puro gusto’, por sentir algo nuevo, por seguir el ejemplo de los snobs; hoy lo hago por necesidad, porque no puedo vivir sin ella”. Para conseguir cocaína los que no son adinerados cometen actos denigrantes, roban si es posible, pues su organismo les reclama con desesperación la droga.
H.L.M.