Una vez más se repite el indigno y bochornoso espectáculo en el cual un individuo azotaba cruelmente a un caballo que jalaba una pesada carreta hasta que el animal cayó destrozándose el cráneo contra el pavimento. Exigimos que no se ofendan los sentimientos de las gentes de bien y que no se desprestigie a la capital de la República permitiéndose que en las calles de Lima ocurran estos hechos. Es necesario que se organice una Sociedad Protectora de Animales, a semejanza de las que existen en las ciudades cultas de la tierra.
H.L.M.