El alegre repique de campanas hoy, Sábado de Gloria, llena la ciudad desde las primeras horas de la mañana y pone término a los días de luto durante los cuales la humanidad cristiana revive, en su corazón y en sus templos, la dolorosa tragedia en la que se sumió la vida terrenal del dulce Rabí de Galilea, fundador del cristianismo y padre de la moral sobre cuyos sólidos principios se asienta la organización de la sociedad contemporánea. En Lima, como todos los años, se ha exteriorizado el sentimiento religioso en forma ostensible y reveladora.
H.L.M.