La fórmula principal para que un país tenga una economía sana es hacer frente a los gastos del presupuesto sin recurrir ni a emisiones de billetes ni a empréstitos. Esta es también la doctrina que, invariablemente, ha sostenido El Comercio desde hace muchos años en defensa de la moneda nacional. La sobriedad fiscal, como base de la restauración económica, tiene una fórmula: severa restricción de los gastos públicos, que haga posible no seguir recurriendo a las emisiones de papel ni a nuevas operaciones de crédito para respaldar al presupuesto.
H.L.M.