![El CNE de Venezuela declara ganador a Nicolás Maduro pese a denuncias de irregularidades de la oposición](https://elcomercio.pe/resizer/v2/WKSQPB5DNVDYRE5PKD37FYJL4M.jpg?auth=7d686143fbf87d47cb641215d4b0ab7460ed256cc4358a938576ea6ed86339a6&width=85&height=85&quality=75&smart=true)
En la lengua general, este adjetivo se aplica a quien tiene mucha hambre: niño hambriento, leona hambrienta. Pero en el Perú y en varios otros países de América, entre ellos Colombia, Ecuador o Bolivia, el adjetivo hambriento, -a significa, además, metafóricamente, ‘tacaño’, ‘mezquino’. Parece ser un peruanismo casi exclusivo el sentido de hambriento aplicado a quien manifiesta interés exacerbado por el dinero u otras cosas materiales. Véase un ejemplo en la pluma de nuestro premio Nobel: “No le basta una, le gustan de a dos –se rio Malvina–. Eres un hambriento ¿no, amorcito?” (Conversación en La Catedral, 1969).