Este obvio derivado de botar más el sufijo -dero designa en el Perú y otros países de la América hispana el basurero. Por extensión, en nuestra lengua familiar, botadero, -a se aplica a la persona que gasta dinero de manera excesiva. Estos usos están relacionados directamente con dos acepciones americanas del verbo botar: ‘desechar’ (la basura) y ‘malgastar, despilfarrar’, respectivamente. Botar es un viejo germanismo del castellano que significó en un principio ‘golpear’, sentido que se refleja en su acepción actual de ‘arrojar, tirar’.
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