Este participio adjetivado de relajar significa en la lengua general “que no produce tensión o no supone mucho esfuerzo”, mientras que en el ámbito de la fonética se aplica a sonidos “que se realizan con una menor tensión muscular de lo que es usual en otras posiciones” (DRAE 2014). Pero en la lengua familiar del Perú y varios otros países de la América hispana, relajado, -a se emplea, además, para calificar a la persona floja, propensa a tomar las cosas por su lado burlesco y chistoso. Por ejemplo, un alumno relajado es aquel que no se toma en serio las clases.
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