Según el Diccionario de la notable lexicóloga española María Moliner, esta palabra proviene del italiano jergal bolin ‘cama’. En la Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay, bulín tiene los sentidos de ‘departamento pequeño, generalmente de gente joven’ y ‘habitación o vivienda reservados para citas amorosas’. Pero en el Perú y Bolivia el término ha llegado desarrollar la acepción de ‘burdel, prostíbulo’; con este sentido usa el término veintitrés veces Vargas Llosa en Conversación en La Catedral.