En la edición del 28 de junio de 2014 de este diario se lee el siguiente titular: “Desde celulares hasta partes de autos se ofrecen en 17 cachinas de Lima”. Esta información es prueba de la ascensión económica del sustantivo cachina ‘venta informal de objetos usados o robados’. Cachina es un quechuismo (de kachinaq ‘desabrido, insulso’) que también se aplica entre nosotros al “licor barato y dulce hecho de mosto ligeramente fermentado” (DRAE 2001).