En el Perú se aplica a la persona que pronuncia o articula floja y confusamente; es decir, a quien no vocaliza –o más bien, no consonantiza– con la debida precisión y nitidez. Gago es un arcaísmo que ha sufrido evolución semántica en América. Desde el siglo XIII se documenta en la Península con el sentido de ‘tartamudo’, pero posteriormente cayó en desuso y se conservó solo en ciertas regiones. En cuanto al origen del término, gago parece una voz onomatopéyica que remeda la repetición silábica (ga-ga) típica del tartamudo.