Esta expresión adjetiva –al parecer exclusiva– de nuestra lengua familiar se aplica a los vestidos, blusas o polos (‘camisetas’) que no tienen mangas. Manga cero es un modismo reciente en nuestro castellano; está documentado en el Léxico del habla culta de Lima (2000) de la lingüista peruana Rocío Caravedo. Véase un uso del suplemento Ellos & Ellas de la revista limeña Caretas: “Jamás se debe mezclar atuendos de distintas temporadas, como una blusa manga cero con un pantalón de invierno” (2011).