Esta locución nominal, que no parece semánticamente clara ni es tampoco eufónica, se refiere a la fina pelusa del recién nacido, destinada a desaparecer para dar salida al pelo de color y calidad permanente de la criatura. Aunque se documenta a ambos lados del Atlántico, la expresión pelo de barriga no se registra en la última edición del Diccionario de la Real Academia Española (2014) ni tampoco en el también oficial Diccionario de americanismos (2010).