En el Perú y otros países americanos es obsolescente el uso de suerte como equivalente de lotería, el cual data solo de fines del siglo XVIII. Sacarse la suerte es todavía sacarse la lotería, es decir, ‘obtener un premio en dicho juego’ y también se entiende en sentido figurado. Véase un uso de Bryce en La vida exagerada de Martín Romaña (Barcelona 1995): “Nos habías pintado a una Inés completamente distinta. Hombre, te sacaste la suerte: fina, distinguida, monísima...”.