“Ver la infraestructura como un instrumento para la reactivación puede distorsionar las decisiones de inversión”. (Foto referencial).
“Ver la infraestructura como un instrumento para la reactivación puede distorsionar las decisiones de inversión”. (Foto referencial).
Iván Alonso

Una vez más la inversión en infraestructura se nos presenta como la carta ganadora en la partida por la reactivación de la economía. Una carta que podría haberse jugado antes para evitar, más bien, una caída tan pronunciada como la que hemos sufrido en el segundo trimestre del año. Se ha podido parchar las trochas que los limeños llamamos afectuosamente pistas mientras estábamos en cuarentena. Se ha podido avanzar con las obras de otra pista, la del aeropuerto, mientras los vuelos comerciales estaban suspendidos. En estos y otros casos seguramente era posible trabajar con cuadrillas aisladas y protocolos de seguridad. Pero ese momento ya pasó. ¿Qué se puede hacer ahora?