El clóset de Bruce y la repisa de papá, por Gustavo Rodríguez
El clóset de Bruce y la repisa de papá, por Gustavo Rodríguez
Gustavo Rodríguez

Un día antes de que Leonardo estuvieran hermanados no solo por el genio sino también por su condición homosexual? ¿Y qué decir de aquel irlandés que tanto bien me había hecho cuando leí su “Gigante egoísta” y su “Príncipe feliz”? 

Dudo de que la lectura sea el único requisito para formar mejores personas desde un punto de vista espiritual. Después de todo, existen despiadados muy cultos. Pero sí es un extensor maravilloso para que nuestras mentes no se queden en la estrechez de dos dimensiones (bueno o malo, blanco o negro) cuando en el mundo hay mucha mayor complejidad. De solo haber tenido acceso a un televisor y no a esa repisa, quizá habría crecido con la imagen caricaturizada que tanto ha repetido nuestra televisión sobre los homosexuales y no con la noción vital de que el roce de una persona con la grandeza no tiene que ver con el roce de sus genitales. De aquí nace una pregunta que rebota: ¿Ser un país con tan bajos niveles de lectura y ser también uno de los más prejuiciosos no es una relación obvia?