Vente conmigo, por Beto Ortiz
Vente conmigo, por Beto Ortiz
Redacción EC

Hoy voy a salir a las calles porque sueño con el día en que todos seamos iguales. Por todas y todos los que aún viven a medias, hundidos en el miedo, por los que permanecen ocultos, avergonzados, sin paz, incapaces de cualquier honestidad. Voy a marchar por el compañero del salón al que martirizamos en mancha solo porque se le chorreaba un poquito el helado. Por el compañero de trabajo al que corrimos a acusar con el jefe porque sentimos nuestra virilidad en riesgo ante el calor de su mirada. Por los niños víctimas de bullying homofóbico en el Perú que casi siempre abandonan el infierno de la escuela. Por el guapo chico gay cuya mamá es una famosa congresista que vota en contra de las leyes que nos protegen. Por el congresista homosexual cuyos jóvenes hijos se murieron de la risa en su cara el día en que se animó a contarles la verdad que ya sabían. Y sabemos. Por ese bebé que cuando crezca animará a su mamá congresista a decirnos que es lesbiana. Por las decenas de homosexuales asesinados como “limpieza social” por los terrucos de y el . Por los 117 diplomáticos expulsados de la cancillería en 1992 porque para  Fujimori eran “una jauría de homosexuales”. Por el fino y genial humorista que se apolilló en su closet hasta acabar convertido en un ser mustio y amargado.

Por quienes fuimos enmierdados en la prensa chicha de porque ni en cien años podremos lavar tanta vileza. Por las discotecas y supermercados que nos impiden la entrada o nos prohíben el cariño. Por los amigos a los que –en ausencia- llamamos rosquete chivato cabro machona tortera zapatona. Por Edgar Peña, promotor de salud que necesitó 180 puntos de cirugía tras ser apuñalado por ser travesti. Por Luis Alberto Rojas, violado con una vara de goma por 3 policías en la comisaría de Casagrande. Por Luis Uribe Ortiz, el escolar de 15 años que se ahorcó en su cuarto, cansado de que su hermana Angie lo bañara en orín para que se hiciera hombre. Por el alma de Enrique Arméstar Anci, Luis Echeandía Chiappe, Arturo Jiménez Borja, Marco Antonio Gallego, Alicia Delgado, Roberto Izquierdo, Adolfo Ormeño, Rubí Bravo Quiroz, Joel Molero y cada una de las 50 víctimas de crímenes de odio invisibilizadas cada año por el lobby evangélico. Por el curita que hace años nos insultó llamándonos “mercadería averiada” y que ahora vuelve a insultarnos diciendo que “la opción que elegimos no es la correcta y que debemos ser conducidos al camino del orden natural” ignorando que no es una opción, que no la elegimos, que la sexualidad no se puede conducir, que el orden natural no existe y que, si necesitáramos diferenciar lo correcto de lo incorrecto, la última persona en el mundo a quien consultaríamos sería él.  Por todo esto voy a salir a marchar hoy. Partimos del Parque Washington, tres de la tarde. Si tú sueñas lo mismo que yo, vente conmigo.