Gino Sáenz

Para la peruana, el inicio del 2023 no ha sido para nada auspicioso. Al ya complicado contexto mundial (alta inflación y tasas de interés elevadas) se le agregaron dos sucesos a nivel local: las protestas sociales y la nefasta carta de presentación del , el ciclón Yaku, desbordando ríos y dañando mucha infraestructura. Esto se sumó al menor dinamismo de la demanda interna. ¿El resultado? En el primer trimestre, el PBI se contrajo en 0,4% interanual, y en abril creció solo 0,31%.

Precisamente, en el último reporte de inflación (RI) de junio, las proyecciones se revisaron a la baja. Entre muchos otros factores, resaltan el mantenimiento de la veda pesquera de anchoveta y los pésimos números de sectores como manufactura o agropecuario. Y eso no es todo. La Organización Meteorológica Mundial estimó en un 60% la probabilidad de que el El Niño global se desarrolle a finales de julio, y en un 80% a finales de setiembre. ¿Qué implica esto para la economía del país?

A pesar de un alicaído rendimiento, la pesca pudo, de cierta forma, resistir: creció 22,4% en el primer trimestre del año. No obstante, cayó 2,57% en abril. La proyección para este año se revisó a una caída de 15%, por la veda pesquera de anchoveta. ¿Qué efectos tendría El Niño en la pesca? Precisamente, menor disponibilidad de anchoveta y posibles alteraciones en su ciclo reproductivo, pero más abundancia de otras especies. Se podría evaluar modificar las cuotas de pesca establecidas, para aprovechar la extraordinaria biomasa que tendrá el mar peruano.

El sector agropecuario cayó 14,21% en abril, en lo que ha sido la caída más severa desde 1992. Este trágico descenso se debe, sobre todo, a una menor producción agrícola. El efecto de El Niño afectará en la floración de frutales y por menores siembras debido a sequías; sin embargo, regenerará bosques secos en la costa norte peruana.

Se está bordeando el medio año y la economía ha mostrado números preocupantes, que comprometen el crecimiento económico del Perú. Si bien se espera que diversos sectores mejoren sus actividades en el segundo semestre del 2023, el fenómeno de El Niño plantea serios problemas para nuestra economía. La falta de preparación de la población en general y la ausencia de políticas para afrontar El Niño –que sucede cada cierto tiempo– pueden ser una estocada letal para la economía del Perú. Ojalá sepamos responder.

*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Gino Sáenz es studiante de Economía de la Universidad del Pacífico (UP)

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