La fase 4 de la pandemia en Cusco se vive en los pasillos de un hospital. Pocos alcanzaron a hospitalizarse, muchos fallecen en el camino a atenderse. La “nueva normalidad” implica también ver personas morir en las calles. Ninguna región del país escapa de esta enfermedad, cuyo impacto en Cusco se siente cada vez más debido al aumento de contagios. El COVID-19 no perdona, no da tregua.
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La última opción de Yolanda Quispe fue trasladar a su hermano Mauro, quien padecía de diabetes, a una clínica. Pero, sin saberlo, el virus ya les había ganado la partida. El 24 de julio Mauro llegó al hospital regional por dificultad respiratoria, pero la atención le fue negada por no contar con el DNI. Al día siguiente, encontró la muerte en la calle. El hermano de Yolanda se desvaneció a pocos metros de un foco infeccioso, un mercado del centro de Cusco abarrotado por personas. Aquel día Mauro falleció junto a otras 9 personas, con lo que la cifra de víctimas mortales hasta ese momento por el virus alcanzó los 124.
El 12 de julio, en la vía Ollantaytambo-Quillabamba, Zenayda Quispe perdió a su madre cuando era evacuada a Cusco, Rene era trasladada de emergencia desde Quillabamba (La Convención) hacia la Ciudad Imperial por complicaciones en su salud debido al coronavirus, sin embargo, la ambulancia que la trasladaba se despistó en el km 105 y murió en el accidente, el cual tal vez se hubiera podido evitar de no ser por el inconcluso hospital de Quillabamba y la inexistencia de por lo menos un área UCI debidamente equipada en su tierra natal, en la segunda provincia cusqueña con más contagiados.
Los hospitales cusqueños no solo han sido abarrotados por la enfermedad, sino también por la desesperación y frustración. Este es el caso de Félix Atayupanqui, quien apenas se enteraba del fallecimiento de su madre, entre lágrimas aseguraba que los médicos la dejaron morir por priorizar la salud de los enfermos jóvenes. A diario, en el hospital regional y el seguro, llegan centenares de personas con posibles síntomas de COVID-19 para ser atendidas, pero por el colapso sanitario les han cerrado las puertas.
Cusco, después de Arequipa (67 mil 105 casos y mil 209 fallecidos), se ha convertido en el siguiente epicentro del virus en el sur del país, con 14 mil 632 casos reportados y 357 muertes hasta el martes.
Los números del coronavirus en las demás regiones del sur del país como Ayacucho, Madre de Dios, Puno y Tacna, están entre los 5 y 7 mil casos, mientras que la cifra de fallecidos fluctúan entre 170 a 300. Moquegua, por su parte, supera los 9 mil casos y reporta 198 muertes. Y en el caso de Apurímac, la región registra la menor cantidad de contagiados en el sur, con 3 mil 107 contagios y 44 fallecidos.
Los números del virus
La radiografía del virus en Cusco comenzó 8 días después de reportarse los primeros casos de coronavirus en el Perú. La Ciudad Imperial anunciaba el 13 de marzo su primer infectado. Las primeras muertes por el virus correspondieron a ciudadanos extranjeros de nacionalidades mexicana, china y británica.
Durante los primeros tres meses de la pandemia hasta fines de mayo, según el jefe de Inteligencia Sanitaria de la Dirección de Salud Cusco (Diresa), Javier Ramírez, se reportaban entre 25 y 52 casos por día. Aparentemente la situación en la región se llevaba de manera sostenida, sin embargo, para junio, los contagios empezaron a subir de manera peligrosa, con un ascenso de 50 hasta 100 por día.
El mes de junio terminó con 2 mil 428 contagiados y 28 fallecidos. En julio, Cusco dejaba la cuarentena nacional, registrando durante la primera quincena entre 150 y 200 casos diarios (4.369 en total) y 67 fallecidos.
La última quincena de julio, Cusco dio un súbito vuelco con los índices de contagios, de 250 hasta 600 por día. El aumento acelerado de contagios se tradujo en el incremento de casos graves a los que les urge ingresar en los hospitales. El reporte de la Diresa hasta el último día de julio fue de 9.373 y 208 fallecidos, es decir, murieron 141 personas más. Ya en los primeros diez días agosto y bajo una cuarentena focalizada en la provincia de Cusco (10.684 casos) y la Convención (2.101 casos), la cifra de contagios se triplicó, entre los 400 a 2 mil nuevos contagiados y hasta 30 fallecidos en un día. Ayer, Cusco alcanzó una cifra acumulada de 15.043 contagiados y 375 muertos.
Según Inteligencia Sanitaria de la Diresa, la prevalencia del virus en junio fue de un 5%, es decir, de cada cien personas cinco tienen el virus. Actualmente, la cifra subió a 7,5%, lo que muestra que la tendencia ha crecido. Ahora hay entre siete a ocho personas en promedio contagiadas con el COVID-19 por cada 100 personas. Asimismo, la tasa de letalidad representa un 2,5%, es decir, dos a tres personas de cada mil habitantes fallecen por el virus.
Neumonía vs coronavirus
Para el presidente del Comando Covid de Cusco, Víctor del Carpio, salir de la primera cuarentena decretada por el Gobierno (hasta el 30 junio) y el periodo de bajas temperaturas, donde prevalecen las infecciones respiratorias (IRAS) y neumonías, repercuten en el número de contagios por el COVID-19.
“Históricamente en los reportes epidemiológicos de años anteriores se han tenido picos de infecciones respiratorias entre las últimas semanas de julio y parte de agosto, con una mortalidad mayor por estos casos. Esto por un tema del cambio estacional, relacionado a las bajas temperaturas. Son condiciones que favorecen al hacinamiento y la poca ventilación de los medios de transporte. Además, salir de la cuarentena nacional seguramente han condicionado que se eleven los contagios”, explicó.
Los reportes epidemiológicos muestran que los registros de las IRAS y neumonías en pandemia en comparación a los anteriores años disminuyeron en el grupo de riesgo de niños menores de 5 años. En el 2018, Cusco registró más de 68 mil casos. El año pasado reportó 57.442 casos de infecciones respiratorias, mientras que este año, hasta el 26 de julio, tenía 19 mil 961 casos.
Por otro lado, en los años 2018 y 2019, se registraron más de 800 y 627 casos de neumonía en niños, respectivamente. En tanto, en el presente año van 222, es decir, menos de la mitad. Actualmente cuatro menores han fallecido por neumonía (solo uno de ellos se registró durante la pandemia). Las provincias de Cusco, la Convención y Quispicanchi son los que registran mayor incidencia de infecciones respiratorias.
Hilda Pillco Ortega, directora de Prevención y Control de Emergencias y Desastres de la Diresa, explicó que la disminución de casos de IRAS Y neumonías en los menores se debe al confinamiento por el coronavirus.
“Un factor importante para que los menores no estén enfermando o muriendo se debe a la pandemia. A diferencia de años anteriores, el estar guardando cuarentena está exponiendo menos a los niños. Ellos ya no asisten a los centros iniciales, cunas, no son sacados a la calle, ahora nuestra forma de vivir está cambiando, las mamás salen sin el bebe y esto puede ser un factor protector porque no se expone mucho al menor”, aseveró.
El otro grupo de riesgo por neumonía es la de los adultos mayores, en el 2018 y 2019 hasta la semana epidemiológica 30, se registraron más de 800 casos, mientras que este año se registra 520 casos. Pillco indicó que en las últimas semanas de julio, los casos de infección y muerte por neumonía en ancianos se han incrementado, ello por estar asociado al coronavirus. Actualmente 54 adultos mayores han muerto por neumonía. Cusco, Chumbivilcas y Canchis, son las provincias donde se concentran la mayor cantidad de casos.
“Año a año siempre varia el factor climatológico, pero un factor común en todos los años es que los mayores casos de morbilidad han coincidido con las temperaturas más bajas, que se han dado siempre entre junio, julio y parte de agosto Son factores que seguramente coadyuvan a que la población se enferme, estamos en ese período de una alta vertiginosa de casos de COVID-19. Este mes todavía continuará la situación crítica del virus”, aseguró.
Causas del alza de contagios
Por otro lado, la apertura de fronteras, la reanudación de vuelos nacionales y viajes interprovinciales a inicios de julio, son otros hechos que se evaluaron en el Comando Covid como factor influyente para el incremento de casos.
“Teníamos un control más firme, más sostenido, hemos sido la región que mayor tiempo pasó a fase 2, luego a fase 3. Al salir de la cuarentena se aperturaron viajes interdepartamentales y nacionales, lo que elevó el número de casos”, señaló Víctor del Carpio.
El doctor Javier Ramírez reafirmó que el movimiento de personas es la causa principal para la expansión del virus, en provincias como Cusco y La Convención. Sus cifras de contagios y muertos lo demuestran. “El traslado de personas y mayor migración a zonas como La Convención hizo que aparezcan más contagiados”, aseguró.
En esta carrera larga para hacer frente a la pandemia, el precario sistema de salud de Cusco resistió a la emergencia ante cifras auspiciosas en los primeros meses, pero el panorama cambió bruscamente hace casi un mes atrás, llevando al límite su capacidad de atención, refirió Víctor del Carpio.
Claman por cuarentena rígida
Cusco pidió la cuarenta rígida regional como una de sus estrategias sanitarias para contener el virus, pero la respuesta del Gobierno fue decretar cuarentena focalizada durante todo agosto, en ciertas provincias de las regiones del sur. La cuarentena voluntaria es una opción, pero no es suficiente ante un grupo de la población que no hace caso. El Colegio Médico de Cusco apoya la necesidad de hacer una cuarentena seca, considera que la cuarentena no funcionará mientras las actividades de la fase 3 de la reactivación económica continúen.
“Solo una cuarentena técnicamente aplicada de tipo estricto tendrá el impacto sanitario esperado. Estamos a tiempo de superar esta insuficiencia”, se pronunció en un comunicado la entidad deontológica.
A este pedido se suma el de otro especialista, como el del doctor Pablo Grajeda, exjefe de Inteligencia Sanitaria, quien explicó que la tendencia exponencial de casos dada en las últimas tres semanas guarda relación con la implementación de la fase 3 de reactivación económica, con la apertura no controlada del transporte terrestre y aéreo, con el comportamiento poco o nada responsable de un sector importante de la población en términos de prevención, con la insuficiencia en fortalecer por lo menos 20 Equipos de Respuesta Rápida a tiempo completo y diferenciar su labor de los Equipos de Seguimiento Clínico.
La rápida expansión del coronavirus está afectando la salud y economía. Las medidas de contención del virus inician desde una persona y se extiende a las acciones que las autoridades pueden hacer para proteger a su ciudad. No obstante, los problemas preexistentes, como la informalidad, ayuda a entender por qué la ciudad todavía no contiene el brote.
Hay grupos menores de ciudadanos que optaron por la cuarentena voluntaria, sin embargo, la realidad de otro gran sector, es la de los hogares cusqueños, que se sustentan con un ingreso monetario diario, ello los obliga a decidir por encima de su salud y salir a trabajar en lugares con aglomeración (mercados), arriesgando su salud. El pedido de las autoridades por una cuarentena seca regional se ha puesto nuevamente de manifiesto la semana pasada. Hay voces en contra y a favor de esta medida, pero ninguna respuesta del Gobierno.
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