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Q’eswachaka: conoce la técnica ancestral que mantiene vivo al último puente inca | FOTOS
A 3.700 metros sobre el nivel del mar, en la región de Cusco, bajo el desfiladero del río Apurímac, yace el último puente colgante de la cultura inca. Se trata del puente Q’eswachaka, diseñado y construido a mano con fibra natural o paja brava, también denominada ‘q’oya’.
Dos generaciones
Eleuterio Ccallo y su hijo Jorge observan el paisaje de la comunidad campesina Huinchiri desde el punto más alto de su vivienda. (Foto: Anthony Niño de Guzmán)
Amistad en las alturas
Luego de una ardua jornada de trabajo en el campo, Eleuterio Ccallo encuentra un momento de descanso junto a su caballo mientras chaccha coca. (Foto: Anthony Niño de Guzmán)
Materia prima
Los miembros de las 4 comunidades de Quehue seleccionan la mejor 'q'oya' para tejer el resistente puente inca. (Foto: Anthony Niño de Guzmán)
Amor y música
Al ritmo de la mandolina de Eleuterio, su esposa, Zenobia Lloclla canta un tema tradicional en quechua. (Foto: Anthony Niño de Guzmán)
Regreso a casa
Luego de un arduo día de trabajo seleccionando la 'q'oya', Eleuterio Ccallo emprende el retorno a su vivienda. (Foto: Anthony Niño de Guzmán)
Cada cosa en su lugar
Los pobladores llevan 45 brazas (c/u) que luego se unirán para componer una sola y firme base. (Foto: Anthony Niño de Guzmán)
Pago a la tierra
Como parte de la costumbre ancestral, los participantes sacrifican a un cordero como agradecimiento a los apus y sus bondades. (Foto: Anthony Niño de Guzmán)
Nos refrescamos
Los comuneros se refrescan con chicha de jora, que es repartida por la municipalidad del distrito como retribución a su arduo trabajo. (Foto: Anthony Niño de Guzmán)
Buen augurio
La ceremonia del pago a la tierra es realizada por un sacerdote andino. El humo originado por la bosta y el sacrificio del cordero componen un escenario místico. (Foto: Anthony Niño de Guzmán)
En primer plano
Minutos antes de ser derribado y arrastrado por el río Apurímac, así se ve el puente Q'eswachaka. (Foto: Anthony Niño de Guzmán)
Una pausa y continuamos
Los pobladores toman un descanso después de un arduo día de trabajo bajo el inclemente sol. (Foto: Anthony Niño de Guzmán)
Provecho
La faena diaria es recompensada con un delicioso platillo de cuy al horno. (Foto: Anthony Niño de Guzmán)
Juego de niños
Como si se tratase del icónico juego "jalar la soga", los pobladores refuerzan el trenzado del puente ajustándose al máximo. De esto dependerá su seguridad. (Foto: Anthony Niño de Guzmán)
También cuentan
La tradición dicta que las mujeres no estén involucradas en la jornada más pesada de la renovación del puente. Sin embargo, su talento manual se utiliza para tejer las primeras fibras de 'q'oya'. (Foto: Anthony Niño de Guzmán)
Va quedando
Un equipo se ocupa de bajar lo que serán las barandas artesanales que completarán la estructura. (Foto: Anthony Niño de Guzmán)
Vestimenta típica
Los participantes, en su mayoría, suelen usar ojotas para realizar el trabajo pues suelen ser muy resistentes al terreno. (Foto: Anthony Niño de Guzmán)
Trabajo comunitario
Los pobladores atraviesan un camino complicado con las sogas base al hombro o también conocidos como "duros". (Foto: Anthony Niño de Guzmán)
Sin miedo al abismo
Jorge Ccallo, hijo de Eleuterio, se sienta en un extremo del puente y teje las barandas que darán vida a la estructura. (Foto: Anthony Niño de Guzmán)
Sombras
El sol está por ocultarse y dibuja las sombras de los comuneros que se forman para tirar los "duros". (Foto: Anthony Niño de Guzmán)
Mayor estabilidad
Un grupo de comuneros arman una alfombra hecha de ramas y cuero de vaca para fortalecer el camino del puente colgante. (Foto: Anthony Niño de Guzmán)
Casi listo
Una vez culminado el trabajo de armado se procede a la instalación de la alfombra de refuerzo. (Foto: Anthony Niño de Guzmán)
Día de fiesta
Culminada la construcción del Q’eswachaka alumnos de diversos colegios compiten en un festival concurso de danza en homenaje al puente. (Foto: Anthony Niño de Guzmán)
Majestuoso
El Q’eswachaka es una de las tantas herencias tangibles del Imperio Inca en Cusco. (Foto: Anthony Niño de Guzmán)
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