El 15 de marzo del 2017, la ciudad de Trujillo fue golpeada por un huaico que inundó, además del Centro Histórico y varias urbanizaciones de la ciudad, los distritos de El Porvenir, Florencia de Mora y Víctor Larco Herrera. El agua discurrió de la quebrada San Ildefonso -que colapsó por las fuertes lluvias de El Niño costero-, rompió el dique de Mampuesto, cruzó el cementerio del mismo nombre y tras inundar parte de la avenida Miraflores, ingresó al corazón de Trujillo por la avenida España y el jirón San Martín.
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La población se quedó estupefacta al ver el agua ingresar sin que nadie pudiera detenerla. Algunos vecinos solo atinaron a colocar sacos de arena en la puerta de sus viviendas, aunque estas ya lucían inundadas. Como ocurrió en febrero de 1998, el huaico volvió a arrastrar decenas de cadáveres del cementerio de Mampuesto. Se calcula que el agua recorrió 15 kilómetros desde El Porvenir hasta Víctor Larco.
César Flórez Corbera, actual subgerente de Defensa Civil de la Municipalidad Provincial de Trujillo, recuerda que ese mismo 15 de marzo, un sol radiante acompañó a Trujillo en la mañana. Por la tarde, el clima varió sobremanera y a la 1 p.m., comenzó a llover intensamente en la quebrada San Ildefonso hasta activarla. Unas dos horas después el agua llegó a Trujillo tras inundar El Porvenir.
Según Flórez, aquella vez llovió 20 litros por metro cuadrado, “la cantidad suficiente para que Trujillo vuelva a inundarse”, sostuvo. “El 14 de marzo -un día antes del primer huaico- también soportamos una intensa lluvia y no paró de llover más, sino hasta el 22 de marzo, que cayó el séptimo huaico”, añade Flórez.
Después de ese primer huaico del 15 de marzo, Trujillo soportó otros seis, pero fue el del domingo 19 de marzo el más severo: el agua llegó con una fuerza inusual e inundó gran parte de la capital liberteña.
Paralelamente a San Ildefonso, también se activaron las quebradas León y San Carlos. Mientras esta última causó daños en Laredo, la primera inundó parte de Huanchaco, El Milagro y La Esperanza. Para muchos especialistas, la quebrada León fue más devastadora que San Ildefonso, pero muchos recuerdan más a esta última por haber inundado el Centro Histórico de Trujillo.
De acuerdo con la Subgerencia de Defensa Civil del Gobierno Regional de La Libertad, las lluvias, los huaicos y las inundaciones dejaron en los once distritos de Trujillo 17.965 personas damnificadas y 3.857 viviendas colapsadas.
Para Carlos Bocanegra García, especialista en temas ambientales, dos años después de esta serie de huaicos “no hemos aprendido la lección”. “Las quebradas inundaron Trujillo porque la ciudad está en medio de sus cauces y hasta ahora ninguna obra se ha ejecutado para desviar o almacenar sus aguas”, lamenta.
Dos años después, Trujillo sigue expuesto a las lluvias y ante una inminente inundación si estas continúan y se agudizan.
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