Mathías Panizo Arana

Desde diciembre del 2022, varias vías nacionales se han visto afectadas por diversos puntos de bloqueo, presentes en diversas regiones del país. La situación, concentrada principalmente en la macrorregión sur, ha generado pérdidas humanas y económicas, además de producir constantes enfrentamientos entre manifestantes y efectivos de la .

El 15 de enero, entró en vigencia el Decreto Supremo 009-2023-PCM, en el cual se declararon en Estado de Emergencia, por 30 días calendario, cinco carreteras de la Red Vial Nacional: la Carretera Panamericana Sur, la Carretera Panamericana Norte, la Carretera Central, el Corredor Vial Sur Apurímac-Cusco-Arequipa y el Corredor Vial Interoceánica Sur.

El artículo 137 de la Constitución Política del Perú establece que una vez decretado un Estado de Emergencia, las Fuerzas Armadas (FF. AA.) pueden asumir el control del orden interno si así lo dispone la presidencia de la República.

A pesar que las vías ya habían sido declaradas en estado de emergencia el 15 de enero, en la noche del jueves el Ministerio de Defensa publicó un comunicado donde mencionaba que “la Policía Nacional del Perú, con el apoyo de las Fuerzas Armadas efectuará el desbloqueo de las carreteras de la Red Vial Nacional que se encuentran declaradas en estado de emergencia”.

Esta mañana, en una conferencia de prensa, el ministro de Defensa, Jorge Chávez, reveló que las tropas militares serán enviadas a las regiones de Ica, Arequipa, Puerto Maldonado y Puno. “Tal como lo ha dispuesto la presidenta, vamos a proceder en las próximas horas cumpliendo los protocolos, porque la interrupción de una carretera es un delito tipificado como extorsión”, mencionó el titular.

Comunicado no establece nuevas medidas

En los últimos días, los bloqueos de la Panamericana Sur, en los sectores de Barrio Chino y Expansión Urbana, en Ica, demostraron que la Policía no pudo controlar la situación. En conversación con este Diario, el exministro del Interior, Rubén Vargas, reveló que la PNP no cuenta con la capacidad operativa necesaria para intervenir, de manera fructífera, en todos los puntos de bloqueo presentes en el país.

Con rocas, piedras, troncos y más escombros, manifestantes bloquean las vías en la zona iqueña. La única forma de transitar es a pie, o sometiéndose a la agresión y extorsión de los vándalos que han ganado control de la Panamericana Sur.
Con rocas, piedras, troncos y más escombros, manifestantes bloquean las vías en la zona iqueña. La única forma de transitar es a pie, o sometiéndose a la agresión y extorsión de los vándalos que han ganado control de la Panamericana Sur.
/ Alessandro Currarino

El exministro aclaró que, si bien la comunicación oficial de la intervención de las FF. AA. se dio el día de ayer, esta “no es una medida nueva”. “El decreto del Estado de Emergencia ya le asignaba responsabilidad a las Fuerzas Armadas [para apoyar en la recuperación del orden público]”, añadió. Ante esto, Vargas cuestionó la demora, por parte de las FFAA, para oficializar dicha acción.

Lecciones a considerar

En diciembre pasado, vándalos intentaron tomar el aeropuerto de Ayacucho. A inicios de enero, lo mismo sucedió en el terminal aéreo de Juliaca, en Puno. El exministro del Interior instó a que no se vuelvan a cometer los errores operativos que resultaron, en ambos casos, hasta con 28 víctimas mortales y cientos de heridos.

Los enfrentamientos en el aeropuerto de Juliaca dejaron múltiples fallecidos. REUTERS/Hugo Courotto
Los enfrentamientos en el aeropuerto de Juliaca dejaron múltiples fallecidos. REUTERS/Hugo Courotto
/ STRINGER

Vargas explicó que “las Fuerzas Armadas se convirtieron en la punta de lanza” de los operativos. El exministro aclaró que la labor de las FF. AA. es apoyar a la Policía, quienes sí cuentan con la experiencia y materiales no letales para controlar multitudes, mientras que los militares no tienen estos recursos.

Adicionalmente, criticó que en ambos casos, en Juliaca y Ayacucho, se haya notado la “ausencia absoluta de inteligencia”. Explicó que los operativos fallaron porque no se conocía la situación real de las movilizaciones, cosa que concluyó con pocos agentes del orden, sin los equipos y municiones necesarios, para controlar y repeler a los miles de manifestantes.

El exministro fue enfático con que estos puntos deben ser considerados en las próximas operaciones, donde las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional deberán “trabajar en conjunto” para retomar el control de las vías afectadas, y así evitar mayores conflictos que terminen afectando a más peruanos.

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