La reciente desaparición de cuatro personas –entre ellas dos boxeadores– en la zona de extracción ilegal de oro conocida como La Pampa, y el reciente hallazgo de un cadáver en el río Malinowski (en el límite de la Reserva Nacional de Tambopata), a menos de 200 metros de un campamento de minería informal, confirman que la minería ilegal en Madre de Dios ha dejado de ser solo un conflicto ambiental y se ha convertido en un grave problema de delincuencia.
Sobre los boxeadores Alexander Chávez Véliz y Aymée Pillaca Leguía (21), desaparecidos entre el 10 y el 16 de enero en esta región junto a Luis Fernando Humpiri Casamca (22) y Michel Josué Ramos Casamca (21), la Policía Nacional informó que este mes se llevaron a cabo dos operaciones para dar con su paradero, pero no hubo resultados favorables.
Un testigo dijo semanas atrás que ellos habrían sido asesinado en una pelea con mineros ilegales, aunque luego se retractó.
Respecto del cadáver aparecido en el río, este recién fue recogido por efectivos policiales y corresponde a un hombre adulto aún no identificado. En un inicio había tres cuerpos (que estaban siendo devorados por aves de rapiña), pero ya habían sido retirados.
“En esta zona la vida no tiene valor”, señaló uno de los guardaparques, que también suelen ser víctimas de amenazas por parte de delincuentes.
Cifras alarmantes
Madre de Dios, con 137.316 habitantes, es la región menos poblada del país; sin embargo, entre octubre y diciembre del año pasado tuvo la mayor tasa de delitos (56 por cada 10 mil habitantes).
Según el Observatorio Nacional de Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior, se registra una tasa promedio de 20 asesinatos por cada 100 mil habitantes. La cifra solo es superada por Tumbes (23) y se encuentra por encima del Callao (15) y La Libertad (14).