Desde junio de este año, los traficantes de combustible utilizan el río Inambari, en la región Madre de Dios, como ruta hacia las zonas de minería ilegal e informal, y burlan los controles de la policía y la Sunat, ubicados en la carretera Interoceánica.
El combustible llega todas las mañanas por tierra desde la provincia puneña de Carabaya, y es embarcado en varios puertos clandestinos del río en los centros poblados de Lechemayo, Puerto Carmen y Cuesta Blanca, entre otros. Los alrededores son ‘vigilados’ por sujetos en moto que evitan que se acerque algún extraño.
Desde las 3 p.m., decenas de canoas cargadas de combustible descienden por el río sin ningún problema. Incluso cruzan por debajo el control policial del puente Inambari sin que los agentes intervengan.