Tumbes: en enero han sido asesinadas 6 personas en Zarumilla

Luego de cuatro días de agonía, el último miércoles falleció Arturo Madrid Luján (34), un joven que fue baleado mientras bebía en un bar de Zarumilla, en Tumbes. Él se convirtió en la sexta víctima de la delincuencia en lo que va del primer mes del 2017, en esta provincia fronteriza. Una zona que es –según autoridades y población– la más violenta del país, y que el año pasado registró 29 de las 51 muertes que ocurrieron en la región Tumbes.  

Y, aunque el alcalde provincial de Zarumilla, Félix Garrido, sostenga que se trata de una guerra entre bandas por el control territorial; el gobernador regional de Tumbes,, Ricardo Flores Dioses, no opina lo mismo. “Es una zona donde priman los ajustes de cuenta y el sicariato. Sí hay condiciones para evaluar un pedido de emergencia ante el gobierno central”, explicó a El Comercio.

Son cinco las organizaciones criminales que se han fortalecido los últimos años en Zarumilla, y que ahora se disputan la supremacía: Los rezagos del Sordo Vite, Los Bolongos, Los Chivitos, Los Málaga y la banda binacional del Tropezón. Luchan por el cobro de cupos en obras civiles, extorsionan a autoridades y empresarios, y controlan el negocio de la droga y el contrabando, sostiene la policía. 

Sin embargo, lo más grave es que estas bandas serían financiadas por las mismas autoridades de la provincia fronteriza. “¿Quién crees que financia estas bandas? Las mismas autoridades, que los contratan como seguridad. Ellos los están empoderando; están alimentando una bestia. Les dan las obras, les pagan por ‘chalequeos’”, sostuvo el coronel PNP César García Esquerre, ex jefe de la División Investigación Criminal y Apoyo a la Justicia (Divicaj) Tumbes. 

SANGRE Y BALAS  

Las zonas más peligrosas en Zarumilla, de acuerdo con la policía, son el asentamiento humano Campoamor, el barrio Miraflores, los caseríos Cuchareta Baja y Alta, el caserío Uña de Gato, el asentamiento humano La Curva, la carretera a Papayal y Aguas Verdes. Allí es donde se han producido la mayoría de asesinatos de este año y del 2016. 

“Hay una psicosis en Tumbes, porque hay de 2 a 3 muertos semanales. Eso ocurre porque hay dinero que está llegando”, dijo García Esquerre. Actualmente, en Zarumilla se ejecutan dos obras por S/. 15 millones. “Hay una lucha por el cobro de cupos, por ganar dinero en las obras civiles que ejecutamos”, confesó el alcalde de Zarumilla, Félix Garrido. 

Pero las extorsiones también han aumentado en esta zona fronteriza. El regidor del municipio de Zarumilla, Tulio Sandoval, fue extorsionado hasta el año pasado. Le pedían S/. 10 mil para no lanzarle una granada a su casa, ni atentar contra su familia. Con la suya, sumaron 210 denuncias por extorsión en 2016; mientras que en 2015 se reportaron 180. 

GRAVES CARENCIAS 

La logística sigue siendo el mayor obstáculo en la lucha contra la delincuencia en esta parte del país. Zarumilla tiene apenas 180 policías y 40 serenos que deben custodiar, en tres turnos, a 55 mil habitantes. Serenazgo apenas cuenta con 3 camionetas y 6 motocicletas. 

“Foniprel me ha rechazado un proyecto de S/. 6 millones 200 mil, para comprar 40 videocámaras, instalar una central de monitoreo y adquirir motos y camionetas para Serenazgo. En Zarumilla no tenemos cámaras en la ciudad; y eso se lo hemos hecho saber al ministro Basombrío, a quien le he presentado ese proyecto. Ojalá lo apruebe”, dijo Garrido. 

Ante esa situación, el gobernador Flores en el reciente Comité Regional de Seguridad Ciudadana (Coresec) ha anunciado que si los alcaldes incumplen con los acuerdos adoptados en este espacio serán denunciados penalmente por omisión de actos funcionales. “No cumplen con lo acordado desde hace dos años, y por eso ha aumentado la delincuencia”, dijo. 

Entre los acuerdos adoptados a mediados de enero figuran que se restringirá el ingreso de motos y mototaxis al centro de las ciudades de Tumbes y Zarumilla; se prohibirá la entrega de licencias a bares, y las fiestas se realizarán de lunes a viernes hasta la medianoche. Se suspenderán las polladas y parrilladas.