Fernando Vivas

En un principio, el gobierno presionó por una respuesta rápida a su proyecto, pero el Congreso dilató la discusión hasta que el oficialismo se hizo a la idea de que el Congreso haría poco o nada hasta el ultimátum que el presidente fijó para el próximo 30 de setiembre. La visita de la Comisión de Venecia y declaraciones contradictorias de los fujimoristas al respecto, hicieron pensar que la Comisión de Constitución seguiría estirando el debate del proyecto y se cruzaría de brazos. Pero no fue así.

Y todo se nubló

Las crisis políticas tienen dos tipos de actores. Los confrontadores y los conciliadores. Pueden ser caras distintas o una misma persona con dos caras. O sea, un duro puede lanzar su carta confrontadora –como el presidente Vizcarra el 28 de julio cuando propuso el que nos puso en vilo, o como Rosa Bartra dirigiendo hoy el archivamiento en la Comisión de Constitución y negando la posibilidad de que se discuta en el pleno– y después disponerse a dialogar.

O quien propuso un acto blando puede cambiar de opinión y súbitamente agarrotarse; como Salvador del Solar, que se la pasó ayer dialogando con las bancadas y hoy, en conferencia de prensa, no lanzó ninguna propuesta, hizo una vaga incitación a la protesta cívica y dejó a los periodistas con las preguntas en la boca. O su tocayo Salvador Heresi, que tuiteó en respaldo a la decisión de su bancada Contigo de pedir que la discusión se trasladara de Constitución al pleno; pero, cuando el titular Gilbert Violeta se retiró, entró y votó por el archivamiento.

Las contradicciones entre bandos opuestos y dentro de los propios bandos, son el combustible de la crisis. También es la materia líquida que permite apagar los incendios. Alguien tiene que contradecirse a sí mismo, cediendo en su inicial firmeza para aproximarse a la posición del adversario; de lo contrario, no hay solución.

La tormenta empezó con un nubarrón en la mañana del miércoles. Rosa Bartra dio a entender, en entrevista con Mario Ghibellini, que ya había decidido archivar el proyecto de Vizcarra. Poco después, mientras seguíamos la audiencia del TC sobre el hábeas corpus de Keiko Fujimori, confirmamos que había un predictamen en ese sentido. Entonces, todo se aceleró. Vizcarra estaba en Estados Unidos, pero Salvador del Solar empezó una ronda con bancadas. De crisis a crisis, van surgiendo tradiciones y la ronda es una de ellas.

Durante la tarde y la noche del miércoles, desfilaron por la PCM,entre otros congresistas, Juan Sheput y Gilbert Violeta, de Contigo; Indira Huilca de Nuevo Perú; Gino Costa y Alberto de Belaunde de la Bancada Liberal; Javier Velásquez Quesquén del APRA. En esos encuentros, según la impresión de mis fuentes, Del Solar buscaba tiempo para que Vizcarra aterrice –literalmente – en Lima y, con el respaldo de la reunión del Consejo de Ministros, manejara este golpe a su propuesta del adelanto.

Era importante, en el afán de Del Solar, que Constitución no archivara sumariamente el proyecto, sino que este llegara al pleno, donde el debate se alargaría y permitiría, quizá, la inclusión de nuevas propuestas e ideas. Fue, en realidad, una tardía reacción, pues los congresistas aliados del gobierno y su proyecto de adelanto pudieron pedir eso mismo días atrás, previendo este desenlace, en la junta de portavoces.

Al revés, era importante para el fujimorismo duro, archivar el adelanto para que, en caso de una cuestión de confianza u otra iniciativa del gobierno, tuvieran más firmeza al rechazar su discusión declarándola improcedente, pues el proyecto ya estaba debatido y archivado antes de llegar al pleno. Y, de paso, frenara las posiciones más conciliadoras de otros miembros de la bancada, como las que sugieren Miguel Torres y Alejandra Aramayo. No es casual que el primero estuvo en la reunión de hoy y se retiró antes de la votación. Aramayo estuvo en Arequipa y no fue a votar. Pero, ojo, estos matices no cambian el resultado: ambos sabían que sus accesitarios, Ángel Neyra y Luz Salgado, votarían por el archivamiento. Sobre el triunfo de la línea dura, una importante dirigente fujimorista me dice que algo que conspiró contra los esfuerzos conciliadores de Del Solar, fueron las declaraciones de Vizcarra en la ONU.

¿Qué se puede discutir?

Nuestras fuentes nos cuentan que en la ronda de Del Solar, y dentro de sus propias tiendas, han aflorado matices e ideas de conciliación. Entre el adelanto de elecciones, vía reforma constitucional y referéndum, para que la toma de mando sea el 28 de julio del 2020, como plantea Vizcarra, y quedarse hasta el 2021 como la Constitución manda; hay varias alternativas sin plebiscito y sin tanto apuro. Y con una agenda de proyectos en la mano.

Como los plazos para consumar todo el 28 de julio del 2020, se han vuelto muy estrechos, hay quienes barajan fórmulas de adelanto con toma de mando en algún punto intermedio entre julio del 2020 y julio del 2021. La tradición de alternar presidentes en fiestas patrias no es una camisa de fuerza, ni tampoco nos acompaña desde el inicio de la república. Se estableció el 28 de julio de 1945 con la asunción de mando de José Luis Bustamante y Rivero, y fue interrumpida por varios golpes y renuncias. Sin ir lejos, Vizcarra tomó la posta de PPK el 23 de marzo del 2018.

En la ronda y dentro de las bancadas también se siguen barajando ideas de reformas políticas en dos legislaturas rápidas. Luis Iberico, vocero de APP, se puso a trabajar en esa línea desde la primera semana de agosto y ha ganado a algunos fujimoristas con el argumento de la paz y las reformas que se podría lograr conciliando. El propio Luis Galarreta, el artífice del rearme fujimorista, y otros de sus correligionarios han sido abordados por Del solar sin prometerse nada sustantivo.

Hay un tema gravitante: la bicameralidad. Rosa Bartra, entre otros fujimoristas, es firme partidaria de ella desde que trabajó el tema cuando estuvo en el grupo de trabajo que condujo Patricia Donayre, y sí es un elemento de negociación que, además, con la instalación de un senado, abriría nuevamente la puerta para la reelección de congresistas. Pero eso, claro, implicaría desafiar el voto mayoritario contra la reelección en el último referéndum.

Del Solar dijo que “el gobierno no se quedará con los brazos cruzados” y no dio claves ni plazos para el siguiente mensaje. Hasta esta hora, no hemos sido notificados de un mensaje presidencial. El últimatum de Vizcarra al Congreso y a sí mismo está fijado para el 30; pero hay expectativa por respuestas más rápidas y por lo que pueda pasar los próximos días con el pedido de hábeas corpus de Keiko Fujimori, el interrogatorio a Jorge Barata que podría salpicar a algunos conspicuos opositores y la elección de miembros al TC programada para el mismo 30. Si de plazos y ultimátums se trata, hay varios a tener en cuenta.

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