(Foto: Congreso)
(Foto: Congreso)
Maria Alejandra Campos

Si algo demuestra la encuesta de El Comercio-Ipsos de octubre es que el antifujimorismo es el último gran bastión de capital político en el país.

En un contexto en el que ningún líder político concentra más del 10% de simpatía en la población, resalta la mejora en la popularidad de algunos actores e instituciones evaluados en la encuesta. La más destacada es el aumento de 16 puntos del presidente y, de taquito, el de su primer ministro , quien subió diez puntos.

También crece el respaldo a instituciones golpeadas por el caso de los audios del CNM: el de la fiscalía que aumenta 12 puntos y el del Poder Judicial que sube diez.

Incluso mejoró su desempeño Daniel Salaverry, el presidente del Congreso, que se había estrenado en el cargo empatado en el fondo de la tabla con Fredy Otárola, con la menor aprobación al inicio de un tercer año legislativo, desde el 2001.

¿Qué tienen todos en común? Que han tenido acciones afines al antifujimorismo. Vizcarra venía de una tendencia a la baja –cuatro meses consecutivos perdiendo popularidad– al inicio de su gobierno, hasta que decidió desmarcarse del fujimorismo con el referéndum y la no reelección de congresistas. Hoy, su alza en aprobación ha batido al menos dos récords: la mayor cantidad de puntos de un mes a otro, y pasar del 60% luego de los tres primeros meses de gobierno.

Además, su aprobación es 20 puntos más alta entre aquellos que declaran haber votado por Pedro Pablo Kuczynski, que entre aquellos que declaran haber votado por Keiko Fujimori, en la segunda vuelta del 2016. Esta diferencia no era significativa en julio, cuando su desaprobación (48%) aún superaba su aprobación (35%).

En el caso de la fiscalía y el Poder Judicial, la encuesta se realizó justo después de que Keiko Fujimori fuese detenida preliminarmente a pedido del fiscal José Domingo Pérez, con la venia del juez Richard Concepción Carhuancho. La medida fue respaldada por la gran mayoría de peruanos, por lo que es razonable inferir que la mejora en la popularidad de ambas instituciones está relacionada con este hecho.

Finalmente, Daniel Salaverry al parecer se dio cuenta de que Fuerza Popular ya no es una agrupación políticamente rentable y decidió abrir el juego hacia otros frentes. Brindó su respaldo a la celeridad requerida por Vizcarra para la aprobación de los cuatro proyectos de ley del referéndum, contradiciendo abiertamente a Úrsula Letona y Rosa Bartra. También contradijo a la bancada luego de que la Comisión Permanente dispensase a César Hinostroza del cargo de pertenecer a una organización criminal. “Espero que el pleno pueda reflexionar”, declaró en ese momento.

Si bien APP y Acción Popular han tenido un buen desempeño en las elecciones municipales, su éxito no se refleja en un mayor apoyo para sus líderes partidarios. Es el antifujimorismo, por ello, la única fuerza política, entre aquellas que participaron en el 2016, que sigue teniendo impacto a escala nacional. Hizo ganar a un impensado Kuczynski y probablemente haga ganar al siguiente presidente en el 2021.