DINI: ¿Quién es Carlos Illanes, su nuevo jefe?

El Gobierno designó al coronel en retiro de la Fuerza Aérea del Perú (FAP) Carlos Illanes Calderón como nuevo jefe de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI).

Illanes reemplaza en el cargo al mayor PNP en retiro Guillermo Fajardo Cama, quien cumplía esa función desde setiembre del 2016.

La decisión se oficializó mediante una resolución suprema firmada por el presidente Martín Vizcarra y el primer ministro César Villanueva. En el documento también se aceptó la renuncia de Fajardo y se le agradeció por sus servicios.

La Dirección Nacional de Inteligencia tiene, entre otras funciones, informar directamente a la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) sobre las actividades que realiza.

—Perfil—
El nuevo titular de la DINI es magíster en Administración y concluyó una maestría en Ingeniería de Sistemas, entre otros estudios. Desde marzo del 2017 hasta el 2 de julio fue presidente de la Comisión de Investigación de Accidentes de Aviación del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC).

Fue designado en este cargo durante la gestión de Vizcarra en dicho sector.

En la FAP ha ocupado distintos cargos, como director de Investigaciones Especiales, entre enero y diciembre del 2014.

Asimismo, entre enero del 2011 y diciembre del 2013, fue comandante del Servicio de Informática y director de Telemática. Pasó al retiro en enero del 2015.

El ex ministro del Interior Fernando Rospigliosi criticó la designación del nuevo jefe de la DINI, pues –expresó– no tiene experiencia en asuntos de inteligencia.

“El presidente Vizcarra no está buscando profesionales competentes, sino amigos y allegados. Lo mismo sucedió con su antecesor, el señor Fajardo, en el gobierno de PPK”, dijo a El Comercio.

El registro de visitas de la PCM señala que Illanes Calderón se reunió con César Villanueva ayer, así como el martes y miércoles de la semana pasada

—Cambios—

Punto de quiebre.
En el 2015, en el período de Ollanta Humala, la DINI fue reestructurada debido al escándalo generado por reglajes a políticos de oposición e incluso oficialistas.

Seis meses.
El proceso duró 180 días e implicó el cierre temporal de la mencionada dirección. A juicio de Fernando Rospigliosi, sin embargo, no hubo avances ni mejoras.