"Le diría a Jorge Cuba que se ponga a derecho y lo cuente todo"
"Le diría a Jorge Cuba que se ponga a derecho y lo cuente todo"
Rocío La Rosa Vásquez

El ex ministro de Transportes del gobierno aprista, , admite que confió en la idoneidad de Jorge Cuba, el hoy prófugo ex viceministro de Comunicaciones de su gestión, involucrado en el cobro de unos dos millones de dólares en coimas por parte de Odebrecht. Incluso, dice que no vio en él signos exteriores de riqueza. Cornejo sí niega haberlo llevado al Plan Bicentenario [el primer plan de gobierno de Alan García], como dijo el congresista Jorge del Castillo.

¿Por qué el ex presidente Alan García y usted no tuvieron en cuenta que Odebrecht había sido expulsada de Ecuador el 2007 por irregularidades y le dieron la concesión del Metro de Lima dos años después?
En el momento que se dio el concurso para la línea 1 del Metro de Lima la empresa estaba habilitada. En el 2005 sí tuvo un problema con la obra río Cachi, y tuvo una sanción de la Contraloría, que fue superada, y le permitió participar en la Interoceánica. Pero en el 2009, que se hizo el concurso, ninguna de las cuatro empresas del consorcio, entre ellas Graña y Montero, estaba inhabilitada para operar.

García dice que el decreto de urgencia que dio luz verde a esta obra se trabajó con tiempo y no apresuradamente. ¿Usted lo reafirma?
Sí. Es obvio y público que había un propósito político de lograr terminar en el segundo gobierno del Apra el tren eléctrico, que no pudo terminarse en el primero. Pero más de veinte años después se encontró que la autoridad autónoma de la obra estaba en el ámbito de la Municipalidad de Lima. Fuimos a conversar con el alcalde Luis Castañeda y la verdad él no mostró un gran interés, su prioridad era el Metropolitano. Además, el metro necesitaba financiamiento que escapaba a las posibilidades del municipio. Cuando yo llego el 2008 las conversaciones ya existían, el alcalde pedía dos requisitos para transferir el metro al gobierno central: que el MEF les transfiera recursos para ciertas obras de Lima, cosa que se hizo, y segundo que el Ejecutivo diera un dispositivo y ese es el famoso decreto de urgencia. Prueba de eso es que al día siguiente de la aprobación del decreto, el municipio hizo lo propio. No fue apresurado.

¿Usted sintió presiones para que la obra sea entregada al consorcio Odebrecht?
No para ser entregada a determinado postor. La única presión era que se termine antes de que acabara el gobierno. Había una presión de tiempo. En el primer gobierno se intentó vanamente que la obra se hiciera por concesión autofinanciada, es decir, que la tarifa pagara la inversión y ahora el pasaje costaría 4 soles. Hubo que buscar un cambio y quien nos dio el consejo de hacerlo por co financiamiento fue la CAF, que participó con 300 millones de dólares. Sus técnicos dijeron que hacerlo de manera autofinanciada iba a generar problemas sociales. Se hizo como obra pública con el consorcio y la parte operativa de mantenimiento y nuevas unidades está a cargo de Ferrovías Argentinas con Graña y Montero.

¿Por qué no incluyeron una cláusula anticorrupción en el contrato con Odebrecht?
Sí debería incluirse en todo proyecto y haciendo autocrítica ese debería haber sido un tema obligatorio en todos los casos. Hoy creo que debe serlo a la luz de las tremendas debilidades del sistema, para evitar que se filtren elementos de corrupción.

Tras el decreto que permite el Metro de Lima, por qué le dio facultades a su ex viceministro de Comunicaciones Jorge Cuba, hoy prófugo, para tomar decisiones en temas de Transportes, cuando no era su función. Incluso lo condecora por haber hecho bien esa labor.
Condecoro a todos los que participaron en el proyecto...

Y que también están siendo cuestionados..
Pero la mayoría no, algunos sí lamentablemente.

Centrémonos en los que están cuestionados.
Sí, pero que no quede la idea de que lo condecoré individualmente, fue la condecoración al grupo. Y porque en el 2010 el Colegio de Ingenieros del Perú declaró al tren eléctrico como la obra del año, por una serie de consideraciones técnicas y de eficiencia.

¿Por qué le dio estas facultades?
Las principales tareas las tuvo el viceministro de Transportes, que no era el señor Cuba, sin embargo, el señor Cuba venía de estar cinco años en ProTransporte con el señor Castañeda y el Metropolitano. Eso le permitía hacer algunas tareas. De hecho las tareas que se le encargó no tuvieron que ver con el concurso del tramo 1 sino con la concesión, que está a cargo de Ferrovías argentinas y Graña y Montero. Eran sus tareas visibles, evidentemente ninguna vinculada a situaciones que le permitan tener prerrogativas de coimas y cosas irregulares.

Del Castillo ha dicho que no conocía a Cuba y que fue usted quien lo llevó al equipo del Plan Bicentenario [primer plan de gobierno de Alan García], incluso Cuba dirigió su equipo cuando postuló a la alcaldía de Lima. Eso refleja que Cuba era o es su amigo...
Conocía a Cuba. Ahora muchos lo niegan. Lo conocí en los años ochenta cuando trabajó como técnico en el Instituto de Comercio Exterior, y no lo volví a ver en los noventa ni en el gobierno de Alejandro Toledo. Entiendo que ese tiempo estuvo en el Congreso y luego con Castañeda en ProTransporte. En el gobierno de Alan García no se fue conmigo ni al Banco de la Nación ni a Vivienda, sino a Sierra Exportadora. Cuando llegué a Transportes su perfil me permitió pensar que podía desarrollar el viceministerio de Comunicaciones. Nunca tuve un dato ni sospecha que me indicara que pudiera tener este comportamiento, si no, no lo hubiera contratado ni convocado al plan de gobierno municipal del 2014. Uno se puede equivocar y de hecho me equivoqué porque pensé que era una persona idónea.

¿Ni hubiera formado una asociación con él?
Esa asociación se llamó Nueva Política. La campaña terminó el 2014 y dijimos que uno de los fuertes fue el plan de gobierno y con ese mismo equipo formamos la asociación para mantener ese trabajo vivo, con el objetivo de hacer propuestas más adelante. No funcionó y no se  hizo ninguna actividad.

¿Y lo llevó al plan bicentenario?
No. Se formaron grupos sectorialmente y él se encargaba de los temas de transportes junto a otras personas, pero no sé cómo llegó allí.

¿Conoce quién lo convocó?
No, yo no estuve en el plan bicentenario. Si Del Castillo ha dicho que no lo conocía y no lo invitó debe ser así.

Llama la atención que ahora su compañeros nieguen que lo conocían.
No he sido yo. Bueno, en este momento lo más fácil es decir eso.

¿Nunca vio los signos exteriores de riqueza de Jorge Cuba?
No durante el periodo que estuvo en el ministerio, que era cuando lo frecuentaba y veía.

¿Cómo llega el detenido Edwin Luyo al comité especial de licitación de la obra?
Eso no es dicrecional. La ley y el OSCE determinan que debe estar integrado por dos miembros de la unidad usuaria y otro de la unidad complementaria del servicio. La unidad usuaria es Provias y Luyo, junto a otros, pertenecía a esta entidad.

¿Cómo explica que los detenidos Miguel Angel Navarro y Luyo hayan sido detenidos en modestas casas, teniendo en cuenta que las cuentas donde se depositaron las coimas estaban a su nombre. Parece que el dinero no era para ellos... 
Solo se me ocurre pensar, como usted dice, que el dinero no era para ellos, o que fueron incluidos de una manera, no inocente, pero sí absolutamente absurda. No sé si Cuba los incluyó y metió en este lío. El que tiene que hablar es Cuba.

¿Qué le diría?
Que regrese al país, que se ponga a derecho, que cualquier situación que tenga afuera va a ser muy corta porque con esto de la globalización de la justicia ya no se puede estar en ningún sitio, que mejor regrese pronto, que diga su verdad, que haga un acuerdo con la justicia y que cuente todo lo que tenga que contar. Será bueno para él, para su familia y para el Perú porque no podemos estar en este desangre diario donde cada día tenemos una nueva especulación y surgen personas que aprovechando las circunstancias meten más candela y generan confusión.

Usted quiere ser alcalde de Lima. ¿Si no pudo controlar a estas personas implicadas en un caso de soborno, qué garantía tienen los limeños de que será un buen burgomaestre? 
Sí, yo sé que tengo que convencer a los electores en su momento, pero lo principal que tendré que decir y en ese momento será una verdad, es que cuando termine esta investigación y sepamos toda la historia de quiénes recibieron las coimas y estuvieron vinculados, directa e indirectamente, yo no voy a estar y entonces mi nombre estará limpio. Diré que tuve confianza en unas personas que lamentablemente traicionaron esa confianza y se dejaron arruinar por la corrupción. Cuba ha traicionado mi confianza y ha manchado una obra que es un orgullo para quienes hemos trabajado en la construcción del metro. Esta obra sirve a mucha gente.

¿Es decir, actos de corrupción no volverán a pasar en sus narices?
Es que no pasaba en mis narices, esto ha pasado subrepticiamente. Si hubiera pasado en mis narices yo me hubiera dado cuenta y créame que yo hubiera salido a denunciarlo. Esto ha pasado en paralelo, esto ha sido un proceso institucional, y que ya nos enteraremos sus alcances y el Ministerio Público nos ayudará a entender. Sí, yo me equivoqué en el sentido de tener funcionarios que tendría yo que haber estado muchas horas detrás o hacerles un seguimiento para ver qué hacían.

Usted defiende la obra, pero es público que el metro de lima no estuvo bien planificado porque hay una demanda insatisfecha de transporte, es decir, se coimeó y no se hizo bien.
Se hizo bien, pero lamentablemente parece que la historia se detuvo en el gobierno del Apra. Ha habido un gobierno del señor Ollanta Humala. Correspondía que al año siguiente, cuando la demanda creciera, se mande a comprar los trenes adicionales, no lo hicieron. La programación sí existe, pero las decisiones no se tomaron durante el gobierno de Humala.

¿Cómo queda el Apra, de cuyo partido quiere ser secretario general y encabezar una renovación, ahora que está golpeado por estos hechos de corrupción?
Voy a ser muy honesto y a hacer una autocrítica. El principal problema que ha tenido el partido aprista es haberse dejado llevar en los últimos 20 o 30 años por el deseo de ser gobierno, legítimo, todo partido aspira a eso, pero al hacerlo olvidamos el partido, se dejó de estar cerca de la gente, un tema sustantivo que hay que corregir. Han habido hechos de corrupción, aislados o no. No supimos salir a tiempo ni plantear políticas con mecanismos de autocontrol visibles para evitar hechos de corrupción dentro del partido. En la última campaña fue un error terrible. No lo hicimos, lo propuse, no se me hizo caso. Tenemos que resolver esto frontalemnte. Si el partido quiere reconciliarse con el pueblo tendrá que volver a acercarse al pueblo y una de sus principales banderas, esa será la tarea, tendrá que ser demostrar que estamos en una lucha contra la corrupción.

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