Dejar en blanco el voto preferencial beneficia a los candidatos que no tienen tantos votos. ¿Por qué? Porque un mayor porcentaje de votos al partido le da la posibilidad de obtener más curules. (Foto: GEC)
Dejar en blanco el voto preferencial beneficia a los candidatos que no tienen tantos votos. ¿Por qué? Porque un mayor porcentaje de votos al partido le da la posibilidad de obtener más curules. (Foto: GEC)
/ JUAN PONCE VALENZUELA
Maria Alejandra Campos

Estas atípicas han causado más de una confusión en el votante despistado y en el informado también. Miles de candidatos, decenas de logos, cientos de propuestas. Bailes, chicharrones, fotos, bebes abrazados, ataques ridículos y poco ráting han marcado la pauta de una, hasta ahora, ignorada elección parlamentaria.

Sin embargo, llega el momento en el que uno ya no tiene tiempo para postergar y toca empezar a informarse para saber a quién elegir. Como modesta contribución a ese doloroso proceso, les traigo algunos datos que podrían ayudarles a formar opinión.

1. Si no uso el voto preferencial, ¿beneficio a los primeros de la lista?

Falso. Los votos preferenciales no usados no van automáticamente a los primeros candidatos de la lista, solo aportan al conteo global del partido. Los únicos votos preferenciales que importan para definir quiénes entran son los que se escriben en la cédula. En la elección del 2016, en Lima, el 52% de electores utilizó el voto preferencial. Es decir, los nombres de los congresistas fueron elegidos por la mitad de los votantes.

Dejar en blanco el voto preferencial beneficia a los candidatos que no tienen tantos votos. ¿Por qué? Porque un mayor porcentaje de votos al partido le da la posibilidad de obtener más curules. Por ejemplo, si el partido A obtiene un porcentaje de votos que le da 10 curules, y el candidato Fulanito queda en el puesto 11 de los votos preferenciales de su partido, Fulanito no entraría. Pero si el partido obtiene más votos –aunque no sean para Fulanito– y ahora tiene 11 curules en el , Fulanito sí entra.

2. ¿Estar en los primeros puestos de la lista beneficia a los candidatos?

Verdadero. Sea porque son los personajes más conocidos o porque los ciudadanos escriben por inercia el 1 y 2 en las casillas de la cédula, lo cierto es que la probabilidad de que voten por ellos aumenta significativamente si están en los dos primeros puestos de la lista. En las elecciones generales del 2016, el 36% de los electores que utilizó el voto preferencial votó por el 1 o el 2. Y los primeros 7 de la lista concentraron el 50% de los votos; mientras que los últimos 7, solo el 6%.

3. ¿Quién define los plazos de instalación del nuevo Congreso?

En una elección tradicional, el proceso de instalación del nuevo Congreso, con plazos y fechas, está regulado en el reglamento del Parlamento. Este toma alrededor de dos meses y medio, desde la segunda semana de abril hasta el 27 de julio. Sin embargo, para casos de disolución del Legislativo, el reglamento establece que todo depende de : “No se observarán las fechas ni se aplicarán los plazos establecidos en este capítulo. Las coordinaciones estarán a cargo del presidente de la Comisión Permanente”. Dada la premura del Ejecutivo por lograr modificar la ley electoral antes del 11 de abril –fecha límite para que las reformas políticas apliquen para la elección del 2021–, será particularmente relevante qué tanto quiera apretar el acelerador Olaechea y qué tanto presionen los nuevos legisladores para que los engranajes de la burocracia parlamentaria empiecen a girar.

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