¡Vergüenza de ministro!, por Diana Seminario
¡Vergüenza de ministro!, por Diana Seminario
Redacción EC

La política de nuestro país nunca dejará de sorprendernos. Si creíamos que ya habíamos visto lo peor, siempre habrá alguien que nos saque de tremenda equivocación. Y esta vez, el ministro del Interior, , nos demostró que siempre .

Urresti ha pasado de ser el ministro omnipresente en operaciones, intervenciones y capturas, a ser el ‘valiente’ que no duda en meterse con señoras que nada tienen que ver en el debate político, pasando antes por ser el verborreico, el “patita” que opinaba de todo con humor, el funcionario que le regalaba el titular a la televisión.

Este general del Ejército es mucho más que una anécdota en la política nacional. Daniel Urresti recibe un sueldo de 30 mil soles al mes y su deber , pero lamentablemente para este personaje existen otras prioridades como pasar buena parte de su tiempo escribiendo frases contra políticos opositores y periodistas.

Nada tendríamos que decir si Urresti usara el Twitter para explicarnos cómo se vienen implementando las políticas de seguridad ciudadana, si nos contara cómo piensa modernizar las comisarías y si nos diera novedades de los últimos logros de su tan querido grupo Terna, pero no, ese no es el caso.

Y parece que Urresti tiene una debilidad por las mujeres, sino no se explica cómo alude a ellas cuando intenta atacar al ex presidente Alan García, o cómo responde a las legítimas críticas de la periodista Milagros Leiva.

¿Podría acaso el presidente Ollanta Humala llamar la atención a su ministro, cuando él mismo no duda en calificar de cloaca a un partido de la oposición o llama mamarracho a un informe del Congreso?

La paradoja es que fue el propio Humala quien pidió al periodista Raúl Vargas Vega que eleve el nivel de la conversación, cuando este le preguntaba por el supuesto temor de su gobierno a las revelaciones del prófugo .

A quien Humala debe conminar a elevar el nivel es a Urresti, no a un periodista de la talla de Vargas Vega.

A propósito de esto, ¿dirá algo la ministra de la Mujer sobre los dichos de su colega de Gabinete?

Quizás Urresti se mareó con la popularidad que revelan los sondeos de opinión. Es probable que la sola idea de pensar que tenía posibilidades de ser un candidato presidencial exitoso le haya obnubilado la razón. Y si así lo fuera, nada de esto justifica sus groseros arrebatos a través de su cuenta en Twitter.

Es además consciente de que, tras el papelón de la fuga de Belaunde Lossio en sus narices, esa incipiente posibilidad podría diluirse y quedar solo en la idea de un marketero político. Salvo que para algunos nacionalistas, bien vale un Urresti candidato si se trata de ingresar al Parlamento en el 2016. Cuidado.

No se confunda, ministro Urresti, la campaña electoral aún no ha empezado, y usted recibe el salario de los impuestos de todos los peruanos y, como tal, todos merecemos respeto, incluso aquellos a quienes usted ataca.

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. sobre peleas en Twitter: “No insulto, soy sarcástico” ► — Política El Comercio (@Politica_ECpe)