PPK
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Gustavo Kanashiro Fonken

La relación entre el Congreso y el Ejecutivo durante el primer año de Pedro Pablo Kuczynski () en Palacio de Gobierno ha sido objeto de análisis debido a los constantes ataques desde uno y otro lado, lo que generó enfrentamientos con un costo político en ambos bandos. Aquí evaluamos esta complicada relación entre dos fuerzas opositoras que marcaron la agenda política en los últimos 12 meses.

- Sin fricciones legislativas -

"La relación entre Ejecutivo y Legislativo debería analizarse en dos cuerdas separadas: la primera desde el punto de vista legislativo y la segunda desde la labor de fiscalización. En lo que respecta a las leyes, hubo una relación muy productiva. Todas las normas que pidió el Ejecutivo, con algunas modificaciones, el Congreso las aprobó", recordó el analista político Diethell Culumbus.

Con una opinión similar, el politólogo Luis Nunes señaló que los planes de gobierno del fujimorismo y de Peruanos por el Kambio permitían vaticinar que, al menos en aspectos económicos, no iban a haber mayores roces. "La salida del ministro de Economía (Alfredo Thorne) fue más política que otra cosa, con el gran peso que tuvo el papel del ex contralor Edgar Alarcón", señaló.

En ese sentido, ambos consideran que seguirá adelante una labor coordinada entre los dos poderes del Estado para sacar los proyectos de ley que el Gobierno promueva para destrabar la economía o para sacar adelante la reconstrucción, temas medulares en el diálogo entre PPK y Keiko Fujimori, lideresa de la oposición.

- Caídos en batalla -

Donde las discrepancias dejaron secuelas fue en el ámbito político. Los enfrentamientos entre la mayoría fujimorista y el Poder Ejecutivo empezaron primero con arengas durante la juramentación de PPK en el Congreso y terminaron en ministros de carteras importantes que perdieron su cargo: Jaime Saavedra en Educación (censurado), Martín Vizcarra en Transportes y Comunicaciones (renunció tras interpelación) y Alfredo Thorne (Congreso no le renovó la confianza).

"La interpelación es una facultad constitucional del Congreso. En esta coyuntura atípica donde el Gobierno no maneja la mayoría en el Parlamento es difícil que no hayan interpelaciones. Creo que estuvieron justificadas, pero sí hubo excesos por parte de la oposición, aunque no creo que haya sido algo catastrófico", comentó Diethell Columbus.

Los excesos del fujimorismo incluyen las veces que adelantaron opinión antes de interpelar ministros, así como los ataques por parte de otras bancadas. "Por ejemplo, cuando García Belaunde le dijo vende patria a Martín Vizcarra o cuando Daniel Salaverry dijo que el ministro Carlos Basombrío tuvo suerte porque, si Alfredo Thorne no dejaba su cargo, él hubiera sido censurado. Eso demuestra irresponsabilidad política y que solo actúan por cálculo político y no por los intereses del país", recordó el analista político.

"La campaña dejó un ambiente de confrontación que se prolongó el primer año de Gobierno. Yo lo compararía con dos animales que tienen que vivir en una misma jaula. El primer año han estado midiendo fuerzas, lanzado zarpazos, pero también entendieron que tienen que aprender a convivir. Espero que este segundo año ya hayan aprendido que hay que bajar el ruido político para no seguir espantando a las inversiones", dijo a su turno Luis Nunes.

- El segundo año y el indulto -

Lo que se viene a partir de este 28 de julio es una gran incógnita, tanto a nivel del Ejecutivo, con PPK declarando que ya "volteó la página" tras dialogar con Keiko Fujimori, como en el Congreso con el ex vocero de Fuerza Popular Luis Galarreta como potencial presidente de la Mesa Directiva.

Sin embargo, lo que los dos analistas consideran que será un factor determinante que afectará la relación entre el Congreso y el Ejecutivo este segundo año será la evaluación de un indulto humanitario a favor del ex presidente Alberto Fujimori, algo sobre lo que PPK asegura que se pronunciará antes de fin de año.

"El indulto es un tema incendiario que seguirá generando discusiones políticas interminables. Creo que esto debe despolitizarse para que sea visto en el fuero correspondiente. Caso contrario, si se sigue usando como un trofeo, se le hará un daño irreparable, tanto a Alberto Fujimori como a la relación que debería mejorar entre el Ejecutivo y la mayoría de Fuerza Popular en el Congreso", comentó Luis Nunes.

Diethell Columbus tuvo una opinión más radical. "Cuando PPK empezó a hablar del indulto, sabía que se estaba metiendo con un tema muy complicado. En el segundo año, la relación entre el Legislativo y el Ejecutivo se va a ver marcada por el indulto. Incluso va a marcar la agenda política de los próximos tres años. Si lo indulta, si no lo indulta o si le pasa algo a Fujimori antes del indulto, cualquiera de esas decisiones va a cambiar el rumbo para bien o para mal", indicó.

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