Violeta Bermúdez: Los ejes de su discurso en el Congreso bajo el análisis de dos politólogos

La jefa del Gabinete Ministerial, Violeta Bermúdez, obtuvo la tarde del jueves la confianza del Congreso. La primera ministra -quien se presentó para exponer la política general del Gobierno- logró 111 votos a favor, 7 en contra y 1 abstención.

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Fueron cinco los ejes que destacó la primera ministra: Elecciones, neutralidad y transferencia ordenada; lucha contra la pandemia; reactivación económica; educación; y lucha contra la corrupción, unida a fortalecimiento institucional. Como en todo discurso para recibir la investidura, anunció la continuidad de políticas sobre las que ya existe consenso y destacó la necesidad de contar con la cooperación del Parlamento.

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Bermúdez también dio respuesta a temas de coyuntura, tales como el paro agrario en Ica y las decisiones del Gobierno respecto de la Policía Nacional. Algunos de los anuncios más resaltantes fueron proyectos de ley destinados a corregir o acentuar medidas en diversas materias. En atención a las demandas de los trabajadores agroindustriales, por ejemplo, adelantó que el Ejecutivo tramitará una iniciativa ante el Congreso para derogar el régimen laboral que se aplica en este sector.

Por otro lado, recordó algunos temas sobre los que, en Gabinetes pasados a lo largo del año, se había anunciado compromiso. Por ejemplo, la mejora de la atención a las poblaciones indígenas y la adecuación del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas para prevenir casos de desaparición de mujeres y menores en contexto de violencia familiar.

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La funcionaria se refirió, además, a otros proyectos en coordinación con el Parlamento para “fortalecer el sistema de educación superior” y “modificar la estructura funcional” del Ministerio de Educación. Asimismo, aseguró que se continuará con el reparto de tablets y la mejora de la conectividad en beneficio de estudiantes en zonas rurales.

Una presentación que se ajustó a expectativas mínimas

En diálogo con El Comercio, el secretario general de la Asociación Civil Transparencia, Iván Lanegra Quispe, describió el discurso de Bermúdez como “acotado”; propio de un Gobierno transitorio, que corre contra tiempos muy limitados.

“Se trató, básicamente, de políticas que ya estaban en camino. La política indígena ya estaba en diseño y su referencia no es una novedad. Entonces, digamos que se ha centrado en la continuación de políticas, que es lo que corresponde. Fue un discurso acotado, ligado evidentemente a las tareas que tiene un Gobierno tan corto y tan próximo al cambio de administración. Se centró mucho en el avance de temas muy puntuales, como la reactivación económica, que era lo que se esperaba”, dijo Lanegra.

La politóloga Katherine Zegarra Díaz coincide en que, por los ocho meses que tendrá este Gobierno, la exposición de Bermúdez no iba a basarse en innovación y originalidad. Sin embargo, ya en una posición más crítica, remarca que fueron varias metas que no llegarían necesariamente a concretarse.

Temas reiterativos y atención a la coyuntura

Para Zegarra, no fue una coincidencia que el discurso partiera con la premisa sobre las elecciones de abril de 2021 y el próximo cambio de Gobierno. “Me pareció que ese es uno de los temas más importantes porque hemos venido de un problema muy complejo, que ha puesto en duda la legitimidad de los principales poderes del Estado. Y, entonces, lo fundamental era empezar con garantías de elecciones limpias, de neutralidad y de un proceso de transición saludable para la democracia”.

La especialista advierte que Bermúdez se ha guiado también por la coyuntura para despejar posibles reclamos del Congreso. Además, ratificó demandas de la ciudadanía, como la búsqueda de justicia por los muertos y heridos en las protestas contra Manuel Merino, aunque fue cuidadosa al no especificar responsabilidades.

Iván Lanegra indica que, si bien hubo respuestas a temas de coyuntura, el discurso continuó por una línea de acciones limitadas. “Sobre el proyecto de ley que recoge la crisis del sector laboral agrario, sobre la defensa de los cambios en la Policía… Digamos que se mostró abierta a responder con firmeza a las críticas o a las situaciones complicadas. Pero, en general, la presentación ha sido muy escueta. Fue un discurso claramente político, dirigido al Congreso, cuyo diseño, a mi parecer, necesitó de una mayor conexión con la ciudadanía también, pero era de esperarse que mayormente ratificara anuncios del presidente Sagasti”.

Si bien los especialistas consultados identifican un discurso cargado de temas previsibles, también se rescataron materias muy enfocadas en derechos humanos y sobre las que no se había obtenido un pronunciamiento público de actualización. Por ejemplo, el del estado de la política sobre pueblos indígenas u originarios.

Como se recuerda, a inicios de la pandemia, durante la gestión de Martín Vizcarra, la Defensoría del Pueblo y los representantes de las poblaciones indígenas habían denunciado una falta de planificación para prevenir contagios de la Covid-19.

En su exposición, Bermúdez volvió a tratar este tema e informó que el Gobierno continúa trabajando en un “sistema de alertas de casos sospechosos”. También dijo que se está “asegurando la entrega de alimentación en zonas con población indígena”, a través de programas como Qali Warma, en conjunto con el Midis. Además, mencionó medidas de contención ante un eventual rebrote de contagios dentro de las cárceles y centros juveniles del país; otro tema sobre el que también hubo denuncias en la gestión pasada.

“Recordemos que la premier es una profesional muy ligada a los derechos humanos y a los derechos de las poblaciones vulnerables. Y, en ese sentido, creo que hemos podido identificar su firma. Ha sido muy importante que la premier Bermúdez rescate y mencione estos temas porque, si bien no son nuevos, era necesario dar cuenta de que están o permanecen en agenda”, expresa la politóloga Katherine Zegarra.

Para que el Gabinete ministerial obtenga la confianza, se requiere mayoría simple del Pleno del Congreso. Como lo dicta la Constitución, de no respaldarse su investidura, la primera ministra tendría que poner su cargo a disposición, al igual que todo su equipo.

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