El defensor del Pueblo, Walter Gutiérrez, afirmó que “una estrategia basada solo en el confinamiento no alcanza” para frenar la crisis por el COVID-19. (Foto: Renzo Salazar | El Comercio)
El defensor del Pueblo, Walter Gutiérrez, afirmó que “una estrategia basada solo en el confinamiento no alcanza” para frenar la crisis por el COVID-19. (Foto: Renzo Salazar | El Comercio)

El defensor del Pueblo, , le envió, en las últimas horas, una carta al presidente Martín Vizcarra, en la que no solo le solicita reenfocar la estrategia frente al , sino también cuestiona duramente la estrategia del Estado frente a la pandemia. También le pide al Congreso reaccionar ante iniciativas de corte populista que pueden profundizar la crisis económica del país.

— Usted le ha enviado una carta al presidente Martín Vizcarra, en la cual crítica el manejo del Gobierno en la lucha contra la pandemia. ¿Cuáles han sido los principales errores?

¿Por qué hemos enviado esta carta abierta al presidente de la República? Porque si el Estado no reacciona, lo que viene va ser muchísimo peor, si el país cree que lo que hemos transitado en estos cinco meses ha sido duro, los próximos seis u ocho meses, hasta que llegue la vacuna, serán durísimos. Y serán durísimos porque tenemos una crisis sanitaria, una crisis alimentaria y una crisis económica, que se expresa en 6 millones de desempleados. Cuando inició la pandemia no teníamos estos obstáculos, hoy todo será cuesta arriba. Y si el Estado no reenfoca su estrategia, no vamos a tener 500 mil infectados, sino probablemente 900 mil; no vamos a tener 40 mil muertos, sino 80 mil. No quiero ser el heraldo de malas noticias, pero el Estado debe reaccionar, y cuando digo el Estado no solo hablo del Ejecutivo, también de los gobiernos regionales, locales, de todos.

— ¿Y por dónde debe ir esa nueva estrategia frente al COVID-19?

Nosotros estamos planteando que el principal activo del país es la sociedad civil organizada, estamos hablando de organizaciones sociales que a lo largo de las últimas décadas han cubierto las brechas y la ausencia del Estado. Y me refiero a las rondas campesinas, a las juntas vecinales, a los comités de vaso de leche, a los clubes de madres, a los comedores populares, entre otros. Estas organizaciones tienen que reactivarse. Hoy estamos en un estado de contagio comunitario, por lo tanto necesitamos una respuesta comunitaria.

— El Gobierno ha deslizado que el repunte de los positivos por COVID-19 se debe a la irresponsabilidad de la ciudadanía y a las “reuniones familiares”. ¿El Ejecutivo desconoce, de esta manera, sus deficiencias?

No compartimos ese punto de vista, esa línea de argumentación que hace recaer como principal causante del repunte de los contagios a una pretendida población irresponsable. Probablemente, hay un sector que está desapegado del cumplimiento de ciertas reglas, pero eso es parte de una realidad, no toda la explicación. El Gobierno no puede desconocer que hay una brecha de desigualdad que obliga a la gente a movilizarse, porque sencillamente tiene que vivir del día a día. El Gobierno no puede desconocer el enorme déficit de gestión que hace ineficiente al Estado en todas sus instancias. Y el Gobierno no puede desconocer tampoco la carencia de un plan de comunicación útil que llegue hasta el último rincón del país y que permita a la ciudadanía tomar decisiones para su propio autocuidado.

Mire lo que está pasando con este supuesto medicamento de cloro, producto de la desinformación, en situaciones como esta, la información es una responsabilidad del Estado. Consideramos que la situación que estamos viviendo es producto de una debilidad institucional, de un déficit severo de gestión, de un enfoque equivocado y de no haber activado a las organizaciones sociales.

— ¿Le preocupa que se haya retornado a la cuarentena total los domingos? ¿Por qué?

Toda limitación de derechos tiene que venir acompañada de una explicación fáctica, de una evidencia, el Ejecutivo no puede tomar decisiones sin explicar si es que ha evaluado otras alternativas. La ciudadanía tiene el derecho de saber si estas decisiones están respaldadas en evidencias científicas, en datos duros y en conocer si hubo otras alternativas. La cuarentena no alcanza, una estrategia basada solo en el confinamiento no alcanza. ¿Cuáles son los otros mecanismos de los que echarán mano para salir de esta situación?

— Antes de 28 de julio, , pero este no se ha dado. ¿Este es un gobierno que no escucha?

Esta situación no solo está afectando el derecho a la salud, mire cómo están las cifras de violencia contra la mujer, las cifras en educación, esta semana la Defensoría del Pueblo ha informado que miles de jóvenes no están recibiendo clases en Piura y hay muchas regiones donde las clases sencillamente no han comenzado. El Estado está en la obligación de transparentar [las cifras] de manera transversal y, además, de instalar salas situacionales por cada problema que existe.

¿Cuál es la información que tenemos sobre la crisis alimentaria? En el Perú existe 14 mil comedores populares, de estos funcionan el 55%. Cada comedor atiende a 50 comensales en promedio. Es decir, algo de 350 mil raciones al día. En un escenario sin pandemia, los 14 mil comedores eran insuficientes, hoy deberíamos tener 20 mil comedores activados. No sabemos cómo está actuando el Estado al respecto, por eso es que hay movilidad, porque hay crisis alimentaria.

— La sugerencia del “sinceramiento transversal” fue dada antes de 28 de julio y el presidente Vizcarra no la tomó en cuenta en su mensaje a la Nación por Fiestas Patrias, tampoco lo hicieron Cateriano y Martos en sus discursos ante el Congreso…

Esa es la razón de esta carta al presidente, se lo planteamos al presidente, al primer ministro Zeballos, en todos los espacios lo hemos planteado, y como no vemos una reacción, por eso es que se decide enviar esta carta, queremos que la propia sociedad sea la que impulse este reenfoque.

— Usted indica, en la misiva al presidente Vizcarra, que se requiere un pacto nacional, pero de otra naturaleza al llamado Pacto Perú…

Nos parece bien que en estas circunstancias se busque el consenso, los acuerdos, que tengamos puntos fijos, el país tiene que unirse y cohesionarse. Sin embargo, ya existe una institución que congrega todas las voces del Perú que sería el Acuerdo Nacional, que ese pacto que plantea el presidente se instale. Y en paralelo, haya un pacto igual o más importante, que es el acercamiento con las organizaciones que he mencionado.

— A más de cinco meses de la llegada de la pandemia al Perú, ¿Cuál es su balance? ¿La estrategia del Gobierno ha fracasado?

La estrategia del Gobierno tiene que cambiar, hay cosas positivas, no podemos decir que todo ha fracasado, pero lo que se ha hecho es claramente insuficiente. Tenemos un sistema sanitario colapsado, hemos tenido la cuarentena más larga y la afectación económica ha sido tremenda, mire los resultados, es evidente que tenemos que reenfocar. Esto debe tener un giro radical, de 180 grados, porque si el Estado no reacciona, no reenfoca, repito, lo que está por venir serán tiempos muy difíciles.

— ¿Las decisiones adoptadas en los últimos días por Martos, entonces, no son suficientes?

El primer ministro Martos está haciendo cambios importantes, pero evidentemente no es suficiente. Este Gabinete tiene que hacer un giro en las políticas que han venido implementando, la carta al presidente apunta hacia eso. Por ejemplo, el Ministerio de la Mujer, en los cinco meses de la pandemia, ha tenido una gestión deficiente, prácticamente ha estado parado. Las supervisiones [de las denuncias por violencia contra la mujer] eran telefónicas, es como si hay un incendio y quisiera apagarlo por teléfono. En situaciones de violencia contra la mujer, las supervisiones no pueden ser telefónicas. Es fundamental que los ministros hagan un punto de inflexión, que digan cómo recibieron sus carteras y a partir de ahí continuar, los resultados son realmente críticos.

— Sr. Gutiérrez, en la anterior entrevista que le brindó a El Comercio, refirió que no debería darse una nueva pugna entre el Congreso y el Ejecutivo, sobre todo por la crisis sanitaria. Pero este escenario se repitió con la decisión del Parlamento de no brindarle la confianza al Gabinete de Pedro Cateriano. ¿Esta tensión entre ambos poderes del Estado se puede profundizar en los próximos meses?

A la crisis sanitaria, a la crisis alimentaria y a la crisis económica, no le podemos sumar una crisis política, los políticos tienen que ser conscientes, tienen que dar un ejemplo de responsabilidad, de que en este momento, por lo menos hasta diciembre deberíamos tener estabilidad en el país para que todos juntos y cohesionados podamos hacerle frente a un enemigo común: la pandemia.

— Este Diario ha advertido que . ¿La agenda populista se impone al actual contexto de crisis?

Cuando digo que el Estado no reacciona me estoy refiriendo también al Congreso, a los gobiernos locales y regionales, no solo al Ejecutivo. Hay que señalarle al Congreso que también tiene que reaccionar, miren señores acaba de subir el dólar, por qué, porque el Perú se está convirtiendo en un país de riesgo. Al convertirse en un país de riesgo, el Estado peruano tiene menos posibilidad de endeudarse, la deuda será más cara, por lo tanto habrá menos posibilidades frente a las demandas económicas que vamos a tener en los próximos meses y años. El Congreso tiene que entender que las decisiones que tome pueden afectar severamente la crisis alimentaria, de empleo, y la lucha contra la pandemia.

— ¿Este escenario puede facilitar la aparición de opciones extremistas en las elecciones de 2021?

Estoy convencido de que la ciudadanía peruana es madura, estoy seguro de que todas las decisiones que se vayan a tomar en la campaña, vayan por los cauces democráticos. Todavía faltan varios meses para la campaña, hoy la campaña a la que tenemos que estar abocados es a la de la lucha contra la pandemia.