Durante los veranos de Italia, decenas de personas son rescatadas por los salvavidas que vigilan las orillas de mar. Pero el mérito no es solo de ellos, pues son asistidos por el ayudante perfecto: el perro, cuenta la serie de YouTube Great Big Story.
Los perros son nadadores expertos. Permanecen calmados bajo presión. Instintivamente eligen el camino más seguro a través de las corrientes de agua en el camino de regreso a la orilla. Incluso, pueden mantenerse a flote mientras reman a múltiples nadadores a un lugar seguro.
Pero los perros de rescate acuático no 'nacen', se forman. Su formación es el legado de Ferruccio Pilenga, presidente de la Italian School for Lifeguard Dogs, quien ha entrenado más de 350 crías voluntarias, misión que empezó en 1989 cunado adoptó y entrenó a Mas, un perro de Terranova.
"Puedo conservar mi energía y convertirme en un rescatista más efectivo. Para hacer entender [a la gente], siempre digo 'para tirar de un trineo se necesita al menos de seis perros, para tirar de seis personas, solo necesita un perro", explica Pilenga.
Cada año se efectúan entre 20 y 30 rescates, pero la lista de rescates crece cada año. Para que la cifra no aumente, es que se cuenta con 350 perros de rescate certificado. Cada verano, llegan nuevos postulantes que tras 18 meses de entrenamiento, aprenden a saltar de barcos en velocidad, de helicópteros, entre otras técnicas de rescate.
Italia es el único país del mundo que reconoce a perros certificados para trabajar como rescatistas. Pero la escuela de Pilenga tiene objetivos en el extranjero, pues no importa la procedencia, es el propietario quien hace la diferencia.
"La presencia de los perros ayuda a aligerar la situación", dice Pilenga. "La mayor recompensa es la emoción que el perro y su dueño sienten en el momento del rescate, lo que une aún más ese lazo especial entre perro y humano".