Para los perros, el ladrido es una forma de comunicarse con otros canes, animales o los mismos humanos; y aunque creas que todos sus sonidos son iguales, no lo son, pues ellos también varían su volumen e intensidad y buscan poder expresarse.
En otras palabras, los perros pueden ladrar por diferentes razones, todo dependerá del ambiente y los estímulos que perciban. Ellos lo harán de diferentes maneras y con diferentes expresiones corporales, por lo que estará en ti identificar si se trata de miedo, bronca, ganas de jugar o hambre, según los especialistas.
MIRA AQUÍ: Los 10 artistas mejor pagados del 2022 según la revista Forbes: ¿Quién está primero en la lista?
¿POR QUÉ LADRAN A ALGUNAS PERSONAS Y A OTRAS NO?
Lo primero que se debe hacer para intentar analizar qué busca comunicar tu perro, es observar el contexto en el cual ocurren los ladridos. Con esta base, entenderás mejor lo que te quiere expresar.
Vale recalcar que sus ladridos repetitivos podrían deberse a que quieren indicar que la persona que se les acerca, le agrada o no. Habrá que observar la actitud corporal del perro al emitir los sonidos y también es importante fijarse en la actitud de la persona a la cual el animal dedica sus ladridos.
Según lo que recoge el portal Ámbito de las palabras del veterinario español Felipe Vázquez Montoto, “a los perros les ocurre lo mismo que a las personas. Hay gente que te cae mejor y otra que te cae peor. Pues a ellos igual. A los caninos hay personas que no les resultan simpáticas, por así decirlo”.
MIRA AQUÍ: Twitter: qué es lo último que se sabe de la crisis por la que atraviesa
Profundizando aún más en el tema, el veterinario explica que hay factores determinantes sobre la percepción de los perros acerca del sujeto: “¿Qué por qué lo hace? Porque puede obedecer a olores, a la forma de andar, a la forma de expresar de las personas, a su expresión corporal…”.
Para concluir, Vázquez comenta que estos animales son muy territoriales y que simplemente hay ocasiones en la que les ladran a otros porque sienten que están invadiendo su “zona de seguridad”. Por último, otro motivo que se puede relacionar con estas actitudes por parte de los perros tienen que ver con alguna experiencia traumática con esa persona, la cual puede incluir también miedo o enfado.