¿Qué es el ‘Fraude libánes’ en cajeros automáticos? Mira lo que acaba de alertar el Banco de la Nación | ¿Qué es lo que ha señalado el Banco de la Nación? En la siguiente nota te contaremos más acerca del “fraude libanés”, entre otros datos relacionados. (Foto: Getty)
¿Qué es el ‘Fraude libánes’ en cajeros automáticos? Mira lo que acaba de alertar el Banco de la Nación | ¿Qué es lo que ha señalado el Banco de la Nación? En la siguiente nota te contaremos más acerca del “fraude libanés”, entre otros datos relacionados. (Foto: Getty)
Redacción EC

El “fraude libanés” es una técnica de estafa en cajeros automáticos que está provocando alarma entre los usuarios y autoridades. Recientemente, el emitió una alerta urgente sobre esta peligrosa modalidad de fraude. ¿Qué es lo que ha señalado? En la siguiente nota te contaremos más acerca de esta nueva modalidad de robo, entre otros datos.

¿QUÉ ES EL ‘FRAUDE LIBANÉS’ EN CAJEROS AUTOMÁTICOS?

El “fraude libanés” es una sofisticada modalidad de estafa que se lleva a cabo en cajeros automáticos. Los delincuentes instalan un dispositivo, conocido como “lazo libanés”, en la ranura del cajero donde se inserta la tarjeta. Este dispositivo está diseñado para retener la tarjeta del usuario durante varios minutos, lo que impide su devolución y permite que los estafadores accedan a la información confidencial de la cuenta bancaria.

Durante el tiempo en que la tarjeta está retenida, los delincuentes observan y registran las acciones del usuario, incluyendo la introducción de su clave personal (PIN). Este proceso generalmente implica el uso de pequeñas cámaras ocultas o simplemente la observación directa. Una vez que los estafadores tienen acceso a la clave ya los datos del DNI del usuario, utilizan otra herramienta para extraer la tarjeta del dispositivo, permitiéndoles realizar transacciones no autorizadas y acceder a los fondos de la cuenta.

El “fraude libanés” es particularmente peligroso debido a su ingeniosa técnica y la dificultad que tienen las víctimas para percatarse de que están siendo estafadas hasta que es demasiado tarde. Los usuarios a menudo creen que el cajero está simplemente defectuoso, lo que da a los delincuentes el tiempo suficiente para llevar a cabo el fraude sin ser detectados. Este tipo de estafa requiere una combinación de habilidad técnica y astucia por parte de los delincuentes, haciendo que sea un método efectivo y preocupante de robo.

¿CUÁL FUE LA ALERTA DEL BANCO DE LA NACIÓN SOBRE ESTE TEMA?

El Banco de la Nación emitió una alerta significativa sobre el “lazo libanés” y otras modalidades de fraude que están afectando a los usuarios de cajeros automáticos. Luis García Morán, subgerente del banco, destacó la importancia de estar conscientes de este tipo de estafas, que implican tanto la sustracción de la tarjeta a través de dispositivos instalados en los cajeros como la visualización de la clave secreta del usuario. Esta combinación de tácticas permite a los delincuentes acceder fácilmente a las cuentas bancarias y realizar transacciones ilícitas.

García Morán también advirtió sobre otra táctica conocida como el “cambiazo de tarjeta”. En esta modalidad, los estafadores se acercan a los usuarios de cajeros automáticos bajo la apariencia de ofrecer ayuda y luego intercambian la tarjeta del usuario por una falsa. Simultáneamente, observe y registre la clave del usuario. Este método es igualmente peligroso y ha sido comúnmente reportado, especialmente en ciertas áreas del país.

Para contrarrestar estos fraudes, el Banco de la Nación ha intensificado sus medidas de seguridad y ha implementado operativos constantes para verificar la integridad de los cajeros automáticos. Además, el banco cuenta con un equipo de monitoreo de fraude disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana. García Morán instó a los usuarios a actuar con rapidez ante cualquier actividad sospechosa ya reportar inmediatamente cualquier incidente al banco, utilizando los canales de comunicación proporcionados, como el número 5192000 anexo 9320.

QUÉ ES EL BANCO DE LA NACIÓN

El Banco de la Nación es una empresa de derecho público, integrante del Sector Economía y Finanzas, que opera con autonomía económica, financiera y administrativa. El Banco tiene patrimonio propio y duración indeterminada.

El Banco se rige por su Estatuto, por la Ley de la Actividad Empresarial del Estado y supletoriamente por la Ley General de Instituciones Bancarias, Financieras y de Seguros.

Es objeto del Banco administrar por delegación las subcuentas del Tesoro Público y proporcionar al Gobierno Central los servicios bancarios para la administración de los fondos públicos.

Cuando el Ministerio de Economía y Finanzas lo requiera y autorice en el marco de las operaciones del Sistema Nacional de Tesorería, el Banco actuará como agente financiero del Estado, atenderá la deuda pública externa y las operaciones de comercio exterior.

Asimismo, recauda tributos y efectúa pagos, sin que esto sea exclusivo, por encargo del Tesoro Público o cuando medien convenios con los órganos de la administración tributaria.

El 27 de enero de 1966, el Congreso de la República aprobó la Ley 16000 por la cual creaba el Banco de la Nación. Días después el Poder Ejecutivo, bajo la firma del presidente de la República, Fernando Belaúnde Terry la pone en vigencia, culminando así un largo proceso cuyos antecedentes históricos datan del siglo XIX, pero que recién a partir de 1914, surge verdaderamente la preocupación de crear un Banco que centralice las actividades operativas, económicas y financieras.

El Banco de la Nación encuentra sus antecedentes inmediatos en el año 1905, durante el gobierno de don José Pardo, en el que se crea la Caja de Depósitos y Consignaciones, mediante la Ley N° 53 del 11.02.05. Esta Institución amplió sus actividades en 1927 cuando se le encargó a través de la Ley 5746 la administración del Estanco del Tabaco y Opio, así como la recaudación de las rentas del país, derechos e impuestos del alcohol, defensa nacional y otros. Finalmente, en diciembre del mismo año se le encarga la recaudación de la totalidad de las rentas de toda la República.

El Decreto Supremo N° 47, del 9 de agosto de 1963, estatiza la Caja de Depósitos y Consignaciones, declarándola de necesidad y utilidad pública. Mediante este dispositivo se recupera para el Estado las funciones de recaudación de las rentas fiscales y la custodia de los depósitos administrativos y judiciales. Tal estatización se realizó cuando la Caja contaba entre sus accionistas con diez Bancos: Crédito, Popular, Internacional, Wiese, Comercial, Continental, Gibson, De Lima, Unión y Progreso.

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