Entre las personalidades invitadas al Gran Premio de Estados Unidos estuvo el atleta Usain Bolt, quien antes de que empiece la carrera pensó que sería buena idea subirse a un Mercedes AMG GT R con el tricampeón de Fórmula 1 Lewis Hamilton.
Sin embargo, desde que se subió al deportivo con 585 HP el jamaiquino se dio cuenta de que no sería sencillo mantener la calma.
Para la última vuelta, el ganador del GP de Estados Unidos 2017 apaga el control de tracción para darle un susto más grande a su copiloto –nada menos que el hombre con el récord mundial de los 100 metros planos- y lo consigue derrapando por varios metros.