Gladys Ibarra entró al diario como practicante en 1978. Desde entonces no se ha alejado del diario. Hoy es la colaborada con más años laborando en esta casa. (Foto: Richard Hirano)
Gladys Ibarra
Vanessa Cruzado Alvarez

| En sus casi dos centurias, el diario decano del Perú ha visto pasar (muchas) generaciones de diferentes profesiones. De hecho, hay trabajadores que han dedicado más de la mitad de sus vidas a El Comercio: uno de ellos es Gladys Ibarra (64). Tiene 40 años -ininterrumpidos- al servicio del medio de comunicación más importante e influyente del país y la convierte en la persona más antigua de esta casa. Aunque, para ella, todo pasó en un abrir y cerrar de ojos.

Era 1978 cuando Gladys -de 23 años- estaba en búsqueda de prácticas profesionales. Postuló para un puesto en la sub sección editorial y la llamaron para sumarse al equipo en julio de ese año. "Tenía pensado quedarme un año nomas", admite entre risas. La calidez de sus compañeros y el buen clima laboral hicieron que desista de ese plan.

"No he sentido, como sucede en otros lados, que el ambiente [aquí] sea frío. Siempre he tenido bastante cariño al rededor", reflexiona mientras esboza una gran sonrisa mirando a sus compañeros de la -llamada- nueva redacción de El Comercio. "Nunca se me ha ocurrido renunciar", sentencia.

Cuando entró, Gladys desempeñaba distintas funciones en la sección Internacional (ahora Mundo). "Mi labor siempre ha sido la de asistir a todos, ayudar. Eso me gusta". Esa mentalidad y profesionalismo la han llevado a hoy tener a cargo la asistencia a los periodistas de las secciones Nacional, Mundo, Ciencia y Tecnología, y Mesa Central.

"Para mí es importante haber trabajado en este diario y haber conocido a diferentes personalidades", comenta con orgullo. Orgullo que ella, su esposo e hijos sienten cada vez que mencionan el nombre del diario. Orgullo que trasmite todos los días a quienes rodea. Orgullo que sienten ella y todos los colaboradores de esta casa. Hoy más que nunca.

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