Talentosos, geniales, ganadores. En el Día del Zurdo, elegimos a 4 deportistas peruanos que siempre han llevado una fabulosa carrera; digamos, derechísima. Una izquierda unida.
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Miguel Villegas

El multimillonario más famoso del mundo revisa sus cuentas en Internet y da clic con la izquierda. El músico más exitoso, según el libro de los récords Guinness, compuso "Yesterday" con la zurda. El mejor jugador del siglo XX, de acuerdo con la FIFA, le pega -perdón, la acaricia- con la izquierda. Se llaman Bill Gates, Paul McCartney y Diego Maradona.

Son zurdos pero han llevado una fabulosa carrera; digamos, derechísima. Una izquierda unida.

Hoy es el día de los zurdos. Una psicóloga me dice que no hay estudios científicos que prueben que son más talentosos o creativos o geniales que los derechos. Se lo dice a un desconsolado diestro. Los investigadores no se han puesto de acuerdo aún, pero aclaran que la tendencia es que los zurdos deciden la vida con el hemisferio derecho. Aquí, en esta bóveda, se activan bien caletas las facultades de la visión, el sentido espacial, y la creatividad.

Por eso Maradona planificó el mejor gol de los mundiales antes que los ingleses a partir de lo que su PF, El Ciego Fernando Signorini, llamó “visión periférica”. Maradona podía ver al arco de enfrente, también al canchero en la tribuna, al camarógrafo del palco. Y al taxista que estaba afuera, esperando pasajero.

Cuatro peruanos inolvidables son zurdos. Hoy es su día. Celebremos que son nuestros.

CECILIA TAIT
Es curioso. Aquella noche de 1988 Cecilia llevaba puesta la medalla de plata pero todos le decían la "Zurda de Oro" con absoluta naturalidad. Era alta, de african look y alguito "especial" (Cenaida Uribe dixit) pero en el Perú nadie la llamaba por su apellido. Ella era, cariñosa y cercanamente, Cecilia a secas, como Gaby, Rosa, Natalia, Gina, Denisse y todas las chicas de Seúl.

Cecilia tenía clase, garbo, charm. Verla elevarse era, en verdad, verla levitar. Los chicos y no tan chicos que vivimos en los 80 celebramos con ella cuatro títulos de campeón sudamericano, un subcampeonato del mundo y la plata en Seúl. Aunque siempre fue una auténtica mujer de oro.

CÉSAR CUETO
¿Usted ha visto a Messi? Cueto la llevaba pegadita al pie hace 25 años, solo que con los ritmos de los ochenta. ¿Usted ha visto a Platini? Cueto fue mejor que Michael en su casa, el Parque de los Príncipes, solo que en el Mundial no lo acompañó la suerte ni su propio equipo. ¿Usted ha visto al Pibe Valderrama? Cueto fue el talentoso volante en el que colombiano se miraba, cada mañana, delante de su póster. ¿Usted ha visto a Maradona? Cueto también es zurdo. El "Loro" elevó a categoría literaria el talento de su pie izquierdo. Fue, además, un mediocampista generoso con los hinchas: solo sabía jugar bien al fútbol. Jugó los mundiales 1978 y 1982. Nació en Alianza, pero lo quiere el Perú. Y es mejor verlo en video antes que seguir describiéndolo.

CARLOS DI LAURA
Casi 20 años atrás la portada de Deporte Total la hacía justicia al espíritu con que apareció: fotón del "Zurdo" Di Laura. Por eso cuando recibió la llamada de El Comercio, en junio del 2008, el tenista peruano no pudo evitar ponerse colorado de la emoción. Lucho Horna era campeón de dobles en Roland Garros y había que celebrarlo. Por eso habló el "Zurdo" con todo derecho. "Lucho me ha superado y estoy orgulloso de él", dijo entonces. Di Laura se refería al año en que el ex 92 en el ránking ATP había llegado a semifinales en el Abierto francés. Exactamente en 1989. El "Zurdo" era un estilista. Y ahora solo tenía que aplaudir.

EDISON FLORES
"Si no saludas a todos podrás ser buen futbolista, pero nunca buena persona", le decía Héctor Chumpitaz, con su 1.68 que parecen 3 metros. Fue uno de los primeros profesores que creyó en él, lo sacó de la cancha La Chancadora y lo llevó a su academia. Era el 2010 y en esos años, ni siquiera podía soñar con jugar en la selección mayor. Eso sí, Orejas ya se ganaba la vida a las patadas. Ya soñaba con la casa para la familia. Le pegaba con los únicos chimpunes que le remendaba Carlos, su viejo zapatero. Le pegaba con la furia del que quería almorzar, algún día, algo más que tallarines con atún de su mamita. Le pegaba porque era chiquito y su barrio, picante. Pasó todo muy rápido, una película, y el mismo futbolista que llegó con su chimpunera pirata a debutar en la U 2011, y que ese mismo año fue campeón de América Sub 20, es hoy el peruano que todos queremos ser. El que hace 5 goles en una Eliminatoria. El que todavía declara nervioso. El que derrota hasta al meme faltoso y lo convierte, por primera vez, en poesía. El que patea como Ñol con el cuerpo del Chorri.

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