Institución educativa Pacchanta, perteneciente a la Red Rural 44 de Fe y Alegría, en Ocongate. (Foto: Christian Mestanza)
Institución educativa Pacchanta, perteneciente a la Red Rural 44 de Fe y Alegría, en Ocongate. (Foto: Christian Mestanza)

Bajo el Ausangate, a 4.200 m.s.n.m., no solamente se hace más difícil respirar, más complicado aún es poder conectarse a internet desde un Smartphone. Pero esa no es la única carencia, ni la más importante, que se evidencia en esta zona.

En la falda de la montaña, ubicado en la comunidad de Pacchanta, en el distrito de Ocongate, en Cusco, se encuentra el I.E Pacchanta, colegio perteneciente a la Red Rural 44 de Fe y Alegría. Allí, 132 alumnos y sus 12 profesores pueden dar testimonio de la “desconexión” del Estado con las poblaciones más alejadas.

Para muchos niños la única forma de recibir instrucción es realizando viajes a pie que pueden durar hasta dos horas. Sin embargo, ellos hacen el sacrificio con alegría, pues también sueñan, tienen metas y aspiraciones.

Además, no están solos. A inicios de año, en el colegio fue implementado el proyecto “Educación Digital”, iniciativa desarrollada por la Fundación Telefónica y Fundación Bancaria La Caixa que consta de formación y acompañamiento permanente a docentes, implementación tecnológica (con tablets, laptos y proyector multimedia) y uso de una plataforma de contenidos educativos digitales.

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--- Tecnología y educación ---

Ahora, los alumnos de esta pequeña institución tienen una estupenda puerta al mundo, ventaja que lamentablemente no todos los niños de comunidades y localidades apartadas pueden disfrutar.

Aquí, la tecnología se ha convertido en un gran aliado de los docentes y un buen amigo de los chicos. Y es que sorprende la facilidad con la que estos últimos se han adaptado al uso de las herramientas digitales; sobre todo, teniendo en cuenta que para muchos este ha sido su primer contacto con ellas.

Por otro lado, los maestros reciben constantes capacitaciones sobre el manejo de la plataforma y orientación sobre cómo desarrollar clases multimedia .

Al respecto, Elizabeth Galdo, directora ejecutiva de Fundación Telefónica, explica que, “'Educación Digital' no busca dotar a los colegios de laboratorios informáticos, sino los impulsa a utilizar la tecnología en el dictado de sus clases… Según estudios, el 90% de las carreras necesitarán en 10 años competencias digitales. Los niños que no tengan esas habilidades, quedarán fuera del mercado”.

Maestro realiza una clase multimedia. (Foto: difusión)
Maestro realiza una clase multimedia. (Foto: difusión)

La tecnología, siempre y cuando complemente a un programa educativo bien estructurado, ofrece una perspectiva diferente del mundo y ayuda a enfrentar los problemas desde nuevos enfoques.

Asimismo, especialmente en el caso de los niños que viven en lugares remotos, pobreza o situaciones de emergencia; la tecnología digital y la innovación pueden abrir una puerta hacia un mejor futuro, ofreciéndoles un mayor acceso al aprendizaje, a las comunidades de interés, a los mercados y servicios, y a otros beneficios que pueden ayudarles a alcanzar su potencial, rompiendo a su vez los ciclos de desventaja y pobreza.

--- “Vacaciones Solidarias" ---

Bajo el Ausangate puede faltar la respiración y dar soroche, eso bien lo sabe un grupo de voluntarios nacionales e internacionales que viajó cientos de kilómetros para dedicar su tiempo de vacaciones compartiendo con los tutores y alumnos del I.E Pacchanta. Sin embargo, la magia de la montaña, la calidez de sus habitantes y ver una sonrisa en los niños al compartir con ellos vale mucho más.

La visita de los voluntarios es parte del proyecto “Vacaciones Solidarias”, un programa internacional de voluntariado de Telefónica que consiste en que los empleados de la empresa ofrecen sus vacaciones para realizar acciones sociales destinadas a mejorar la vida de las poblaciones que lo necesitan.

Los voluntarios fueron seleccionados entre cientos de candidatos teniendo en cuenta su experiencia previa. (Foto: difusión)
Los voluntarios fueron seleccionados entre cientos de candidatos teniendo en cuenta su experiencia previa. (Foto: difusión)

En esta ocasión, el equipo de estuvo conformado por doce miembros, tanto de Telefónica como de La Fundación Bancaria La Caixa (de España, Brasil, Panamá, México y Perú), quienes pudieron pasar dos semanas en esta región. 

Ellos fueron seleccionados entre cientos de candidatos teniendo en cuenta su experiencia previa en acciones de voluntariado y en actividades de educación con niños y familias, así como la capacidad de adaptación a otras culturas, capacidad de trabajo y motivación personal.

“Para este proyecto los voluntarios internacionales han tenido tres aristas importantes de trabajo. Primero, el acompañamiento y refuerzo a los docentes y alumnos con la tecnología; segundo, los talleres de autoestima, culturales y de educación de género – porque sabemos que en la sierra aún las mujeres no tienen la mismas oportunidades que los varones-; y, por último, la parte física, en donde se ha remodelado totalmente el comedor y la ludoteca”, comenta Leyla Perea, jefa del programa “Voluntarios Telefónica” en Perú.

--- Experiencias ---

Si bien los voluntarios vinieron a enseñar a los niños y capacitar a los maestros, a lo largo de su estadía también terminaron aprendiendo muchas cosas. Conversamos con algunos de ellos para saber qué les había parecido la experiencia y qué enseñanza se llevaban consigo.

“Al ser un proyecto de educación digital ha estado enfocado sobre todo en la tecnología. Con las tablets hemos dado clases y enseñado a los profesores a dar clases… Me ha parecido increíble ver la facilidad con la que los niños accedían a las tablets y la disposición de los docentes a aprender”, comenta María Castellano, de nacionalidad española.

Ella cree que esta es una experiencia que debe ser obligatoria y considera que lo que ha aprendido en este tiempo es que se puede ser feliz con muy poco. “Se puede vivir en una comunidad en donde casi no hay nada, pero estar plenamente feliz”.

(Foto: Difusión)
(Foto: Difusión)

Mientras tanto, para Fernando Gonzales esta experiencia ha sido asombrosa. Él ya había participado en proyectos de este tipo, puesto que trabaja como voluntario activo de la Fundación Telefónica de Panamá, su país. Antes de viajar tuvo una preparación física para poder adaptarse a la altura, ya que de donde viene el clima es muy diferente.

“Pacchanta es un pueblo mágico, los niños, pese a las difíciles condiciones en la que viven, tienen una calor y una alegría que quisiéramos que muchas de nuestras ciudades tuviesen”, expresa. “Lo mejor fue darme cuenta de que a pesar de la circunstancias podemos ser felices. A veces buscamos tanto la felicidad sin darnos cuenta de que la tenemos a un lado, en la tranquilidad, la familia y estar contento con lo que tenemos”, añade.

Fernando tuvo que entrenar antes del viaje para poder resistir el clima de Pacchanta. (Foto: Difusión)
Fernando tuvo que entrenar antes del viaje para poder resistir el clima de Pacchanta. (Foto: Difusión)

Por su parte, Franz Lao Tang, quien es nativo de Pucallpa, explica que se animó a realizar esta travesía por un reto. En su ciudad, donde es el coordinador del voluntariado de Telefónica, la temperatura más baja que ha experimentado ha sido a lo mucho 20 °C, en cambio en Pacchanta las temperaturas llegan a estar bajo cero.

Una vez en el colegio, compartió con los niños momentos inolvidables.

 "El estar aquí me ha hecho pensar en lo que tengo, valorarlo y ya no quejarme. Esta ha sido una experiencia espectacular y maravillosa, me he quedado impactado de la gente, de su amabilidad e inocencia y de todo el paisaje que hay. Hasta ahora sigo tomando fotos porque sigo viendo lugares nuevos que me impactan y me llenan".

(Foto: Christian Mestanza)
(Foto: Christian Mestanza)

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