Los desarrolladores de vehículos autónomos han recibido un importante anuncio por parte de la Administración Nacional de Seguridad en el Tráfico por Carretera de los Estados Unidos. La entidad declaró que el sistema de inteligencia artificial que opera a estos carros puede ser considerado un conductor.
Esta decisión se dio a conocer a través de una carta enviada a Google el pasado 4 de febrero. Así, fabricantes como BMW, Volvo, Ford, Kia y Mercedes-Benz se verían beneficiados por la medida.
La Administración Nacional decidió que se identificará como conductor del vehículo a aquello que tome los mandos del mismo, sin importar si se trata de un humano o una máquina.
La carta es una respuesta de la Administración Nacional a una solicitud de Google enviada en noviembre para adelantar detalles sobre cuál será la legislación que regirá a los vehículos autónomos una vez lleguen al público. Las dudas del gigante de Internet se relacionan con los diferentes componentes del vehículo, como los asientos, los pedales y los espejos.
Una de las preocupaciones de esta empresa es que si el conductor interfiere con la inteligencia artificial, existe una considerable probabilidad de que ocurra un accidente, por ello solicitó el pronunciamiento de esta entidad.
Uno de los principales problemas que deben superar los carros autónomos son los diferentes conflictos legales que su operación plantea. Pues aún no se sabe qué ocurrirá en caso de accidentes o cómo procederán las aseguradoras.
Además, según los expertos, su presencia en las vías con los automóviles tradicionales implica cambios en la forma en que están estructuradas las vías.
El año pasado Google inició sus pruebas en las calles de California. De esta experiencia, el gigante de Internet informó que sucedieron 13 "eventos inesperados"; es decir, pequeños accidentes que involucraron posibles colisiones con conos de tráfico y tres obedecieron al comportamiento irresponsable de otro conductor.
Hace poco, las autoridades de EE.UU. informaron que preparan una legislación especial para este tipo de vehículos, pues prevén que llegarán a las calles en un futuro cercano. Estados como California ya cuentan con una regulación y la intensión de las autoridades federales es uniformizar el modo de proceder frente a esta tecnología
La Casa Blanca reveló su intención de invertir 4.000 millones de dólares en la próxima década para hacer el proyecto realidad.
Fuente: El Tiempo/GDA/El Comercio