Ginebra (EFE)
La cantidad de gases de efecto invernadero en la atmósfera, causantes del cambio climático, alcanzó un nuevo máximo en 2013, reveló hoy la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
El dióxido de carbono (CO2) es, entre los tres gases más importantes, el que más ha aumentado su concentración, a un ritmo que no se observaba en casi 30 años. Esto podría deberse a la reducción de la cantidad de CO2 absorbida por la biosfera de la Tierra, sumado al constante incremento de sus emisiones.
El informe de la OMM señala que el fenómeno llamado forzamiento radiativo, causante del efecto de calentamiento del clima, experimentó un incremento del 34% a causa de los gases de efecto invernadero de larga duración, que son el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O), además del CO2.
La concentración de este último en la atmósfera alcanzó el 142 % del nivel de la era preindustrial (antes de 1750), el de metano el 253 % y el de óxido nitroso el 121 %.
EL OCÉANO ÁCIDO
Aproximadamente, una cuarta parte de las emisiones totales de CO2 son absorbidas por los océanos y otro tanto por la biosfera, con lo que amortiguan el aumento del CO2 en la atmósfera, aunque los océanos están pagando en particular las consecuencias de esto.
La OMM señala que no se han encontrado en los últimos 300 años precedentes para el ritmo actual de acidificación de los océanos. "Si el calentamiento de la Tierra no se considera una razón suficiente para reducir las emisiones de CO2, la acidificación de los océanos debería serlo", señaló Jarraud.
Los científicos creen que la acidificación de los océanos tiene consecuencias complejas en los organismos marinos, especialmente entre los corales, algas, moluscos y distintas especies de plancton.
Esos organismos ven afectada su capacidad para construir conchas, caparazones o material para sus esqueletos (mediante la calcificación), puesto que su capacidad de calcificación disminuye conforme aumenta la acidificación.