TOKIO. Puede que el cigarrillo electrónico no sea la mejor opción para aquellos que buscan alejarse de los efectos negativos de los cigarros tradicionales. Un estudio japonés ha confirmado la existencia de sustancias cancerígenas, en cantidades muy variables, en estos dispositivos.
De acuerdo a la investigación, la cual no ha dado conclusiones definitivas, el vapor del cigarrillo electrónico contiene sustancias dañinas como acroleína, glioxal (o ethanedial), metilglioxal y formaldehído, compuesto que se considera favorecedor del cáncer.
Los investigadores midieron el nivel de aquellas sustancias en cinco marcas distintas de cigarrillos electrónicos, descubriendo que su cantidad varía dependiendo del producto.
Se detectó también que una de las marcas contiene un nivel de formaldehído hasta 10 veces superior que el de un cigarro tradicional.
Sin embargo, la exposición a este compuesto no es constante, ya que varía durante el uso del dispositivo, aumentando particularmente durante el sobrecalentamiento del hilo resistivo integrado, según señaló Naoki Kunugita, líder del estudio, a la agencia AFP.
Este estudio, entregado al Ministerio Japonés de Salud, aportará argumentos para determinar el verdadero riesgo y en qué medida se deben regular los cigarrillos electrónicos.
En los últimos meses, la OMS ha criticado fuertemente la efectividad de estos dispositivos, señalando que no existe un estudio científico que demuestre que el cigarrillo electrónico te permita dejar de fumar.